El SOLDADITO
Por Walter Ditrich (walter@semreflejos.com.ar) El soldadito fue a la guerra sin saber dónde iba. Chiri bin chi ri bin chin chin. Como Mambrú, no sabía cuando ni si volvería. El General Majestuoso lo envío al reino más helado a recuperar las hermanitas perdidas. Un pirata malo, cojo, con pata de palo; las había usurpado en tiempos inmemoriales.
Los piratas eran gobernados por una Reina malvada a la que ayudaba una Dama de Hierro que quería apalear al soldadito argentino. «Si quieren venir, que vengan» dijo el General Majestuoso y el soldadito se enterró en un pozo mojado para darle su merecido a los piratas del otro lado del mundo. Tenía hambre y frío en esas islas lejanas. Pero el amor por su patria le alimentabas el alma y la Reina Mala aprendería su lección.
Los piratas vinieron. El soldadito valiente no pudo detenerlos. Un fusil sin balas no puede acabar contra la flota más grande del mundo. El soldadito quiso decir no juego más!, pero no lo escucharon. Los malos no escuchan razones cuando son más grandotes que vos y van ganando. Sufrió el soldadito. Lloró. Cerró sus ojos y no volvió nunca. No pudo volver a casa de Mamá y al tiempo casi nadie se acordó de él.
Porque como en el anton pirulero, cada cual atiende su juego. A sus amigos le dijeron que fue un héroe. Se suponía que quienes se portaron mal jugando a la guerra irán al rincón aburrido. Aunque en este país nunca se sabe. Los piratas siguen festejando y brindan por la Reina Mala en las lejanas turbas del sur. Como en la isla del tesoro, jo jo jo, y una botella de ron!
Un día, el soldadito despertará de su sueño eterno y con los súper poderes de los héroes anónimos los mandará volando al otro lado del mundo, donde pertenecen. Será el día en que el cuentito que nos contaron, por fin tenga un final feliz. Y todos felices, comeremos perdices en la perdida perla austral.
N de R: el término "soldadito" es utilizado a manera de mantener la trama de un cuento infantil. De ninguna manera pretende ser despectivo hacia los veteranos de guerra.
(*) publicado en Reflejos el 3/04/12 con motivo de los 30 años de la guerra de Malvinas