SE CUMPLIERON 132 AÑOS DEL ARRIBO DE LAS HERMANAS DEL NIÑO JESÚS

Pigüé tenía solo cuatro añitos de vida cuando un 22 de mayo de 1888 recibió a siete hermanas de la Congregación del Niño Jesús que llegaron para fundar un colegio, educar y fomentar la fe. Al hablar de aquel momento histórico tan importante para la comunidad pigüense en general y para la familia del colegio Niño Jesús en particular, la docente Sara Peralta, directora del nivel primario aseguró “Este aniversario nos llena de orgullo y aunque por el contexto que vivimos es diferente, igualmente nos deja el corazón lleno de emoción”.

Respecto del festejo, que este año se da en el marco de la pandemia mundial, Peralta señaló “Para celebrar este aniversario – en esta situación tan especial que estamos viviendo - lo que hicimos fue sobre todo a los alumnos más chicos, narrarles la historia desde que las hermanas salieron de Francia hasta que llegaron a Pigüé, para después seguir trabajando”.
La docente invitó a quienes deseen ver los videos producidos por alumnos y ex alumnos con motivo de este nuevo aniversario, los cuales están disponibles en las redes sociales del colegio.
“Uno empieza a ahondar en la historia o en los relatos de la gente que formó parte de la institución y siente que pisar el colegio grande te llena de amor. Pensar en aquellas historias, creo que a todos los que formamos parte de la comunidad del Niño Jesús, no solo los docentes sino también las familias nos sucede un poco eso” dijo la docente y haciendo referencia a aquellas siete religiosas pioneras agregó “Cada una de las siete hermanas tenían una función dentro de la institución. Una se encargaba del catecismo, la cocina, la capilla, etc. Creo que pensaban cómo iba a ser el colegio pero supongo que no con tanta magnitud. Hoy la comunidad educativa del Niño Jesús en Pigüé tiene alrededor de 500 alumnos ya que cuenta con los cuatro niveles eductivos: inicial, primaria, secundaria y terciaria. Somos muchos pero también es mucha la gente que ha pasado por estas aulas y eso hace a toda la gran familia del Niño, como decimos nosotros” aseveró Peralta.

Al referirse a la enseñanza a través de los medios tecnológicos que han tenido que implementar todas las escuelas a raíz de la pandemia, Peralta señaló “Implementar un plan pedagógico en un fin de semana y ver de qué manera seguía la trayectoria educativa de cada alumno desde su casa. Fue replantearnos como institución educativa cómo llegar a las familias, también más allá de lo pedagógico, sino también en la contención porque si bien primero fueron pocos días de cuarentena, después se fueron sumando y se hace difícil. De dificulta para las familias, los chicos, los docentes. Nos tuvimos que amigar con la tecnología porque muchas cosas no las sabíamos hacer y aprendimos; pero lo que siempre hablamos con los docentes cuando nos encontramos de manera virtual y es lo que nos piden las hermanas, es que no nos olvidemos de la voz de los chicos porque algunos extrañan a la seño, se les caen los dientes, etc. Nosotros los escuchamos, escuchamos a las familias y escuchamos a los profes porque las angustias que tienen las familias también las tenemos los educadores. A veces se trata de llegar a las familias no solo para hacer deberes sino para decirles ‘acá estamos’”.

En cuanto a la realidad financiera de los colegios privados y particularmente de esta institución como consecuencia de la caída en la actividad económica mundial, la docente afirmó “Todo cuesta, pero lo que vamos haciendo. Es un edificio muy viejo y nos cuesta mucho mantenerlo pero tenemos la colaboración de ex alumnos, docentes, es un trabajo de una familia grande. No escapamos a la realidad económica pero nuestra comunidad educativa implementó ya desde el año pasado el pago de cuotas a través de red link, débito automático y transferencias bancarias. Nuestros papás están abonando las cuotas. Algunos a veces te llaman por teléfono y te dicen que pueden pagar la mitad ahora y más adelante la otra mitad y eso se va charlando. No es que tenemos una solvencia económica importante pero nuestras familias van cumpliendo. Esas cuotas no solo se destinan para los docentes extra programáticos sino también para impuestos, servicios, mantenimiento edilicio y todos los gastos que implica sostener una institución.
Por ejemplo, con el paso de la tormenta que sufrió Pigüé, en el colegio grande se rompieron chapas del techo. Esta semana la gruta del colegio también sufrió una rotura importante. Se cayó parte de la estructura y estamos viendo cómo resolver esa situación porque forma parte de nuestro patrimonio y a nosotros también nos preocupa que esté en esas condiciones y todo requiere de dinero entonces vamos acomodando las cosas como podemos” expresó la docente.