EL DÍA QUE MURIÓ GÜEMES
“AL PUEBLO QUE QUIERE SER LIBRE, NO HAY PODER HUMANO QUE LO SUJETE” (Martín Miguel de Güemes)
(por Walter Ditrich).- .- Se llamaba Martín Miguel Juan de Mata de Güemes Goyechea. Pero se lo conoce como Martín Miguel de Güemes. Fue nuestro guerrillero gaucho. Y encima, con poncho rojo. Tal vez por eso la historia oficial no subraya la condición guerrilla del patriota que nació en Salta en febrero de 1785.
De familia acomodada, pero criado entre gauchos y paisanos en la ciudad de Salta y sus alrededores, a la edad de 14 años sigue los pasos de su abuelo e ingresa como cadete a una compañía del Ejército destinada a la gobernación de Salta. Era un paisano más, criado entre el populacho. Un gaucho que se formó en la lucha patriótica muy lejos de la intelectualidad de los círculos iluminados porteños.
Lo mandaron a Buenos Aires a seguir la carrera militar y se topó con las invasiones inglesas de 1806. Estaba a punto de cumplir 21 años y protagonizó un hecho insólito en su bautismo de fuego, puesto que a caballo capturó la fragata inglesa Justine. El buque invasor, se encontraba encallado en el Río de La Plata, próximo a la zona donde hoy se ubica la Torre de los Ingleses en Retiro. Al frente del Escuadrón de los Húsares de Pueyrredón, desobedeciendo órdenes de sus superiores, Martín Miguel asalta por todos los flancos al buque de guerra inglés hasta que el capitán de navío iza la bandera blanca de rendición. Ya desde joven, este salteño se destaca por su valentía y coraje.
Luego de la Revolución de Mayo, se le ordena regresar a las tierras que lo vieron nacer. Güemes participará del Ejército del Norte desde su creación, siendo el primer patriota en estar en Humahuaca defendiendo la Revolución de Mayo. Y como dice la zamba: “Y ahí nomás Martín los salió a topar, con boleadoras y lanzas”.
Estará a cargo de una milicia de gauchos reclutados por él mismo. Aprovechando el conocimiento del terreno, los gauchos de Güemes llevaron a cabo una guerra de guerrillas sumamente desgastante para el enemigo español, que resultó trascendental para cortar comunicaciones entre el Virreinato del Alto Perú y los contrarrevolucionarios de las Provincias Unidas. Tuvo muchos encontronazos con el gobierno central, y los terratenientes salteños nunca lo apoyaron porque se sentían más cómodos con la corona que entre el gauchaje de Güemes.
Siete invasiones realistas repelió el ejército de Güemes. El salteño, aguantó los trapos para que San Martín pudiera liberar medio continente. Incluso , sus paisanos derrotaron en 1817 a las tropas del oficial José de la Serna, que venían de vencer a Napoleón en Waterloo y a Bolívar en Venezuela. Tan temido fue el escuadrón de Güemes, que sus enemigos lo bautizaron los infernales. Con la llegada del salteño a la zona, se da inicio a la Guerra Gaucha. Guerra de gauchos, indígenas y mulatos a cargo del general gaucho contra el experimentado ejército realista.
Güemes, fue también el primer gobernador electo en la historia de Salta. El clima político del norte en ese entonces era de sumo descontento. Debido a la imposibilidad de los salteños de poder elegir a sus propios gobernantes, designados por el Directorio de Buenos Aires y a la crisis económica en la que la provincia se encontraba fruto de costear por ella misma la Guerra de Independencia en el Norte. En desobediencia con el Directorio, en Mayo de 1815 el pueblo de Salta celebra un Cabildo y elige como gobernador a Martín Miguel de Güemes. Siendo éste, el primer gobernador electo en la historia de Salta. Su creciente popularidad le trajo conflictos con Rondeau, en ese entonces a cargo del Ejército del Norte. Sin avances realistas en la frontera, en diciembre de ese año, Rondeau destituye del ejército a Güemes, y moviliza sus escuadrones para ocupar la ciudad de Salta y derrocarlo. Don Martín cercó a las tropas de Rondeau y obligó a este último a negociar con el salteño. Se firma el Pacto de los Cerrillos, donde Güemes se compromete a la protección de la frontera norte siempre que el Directorio la solicite.
Güemes recibió en 1820 una carta de San Martín. El Libertador le pedía ayuda y que avance hacia Perú. Sin recursos, enemistado con el gobierno porteño y con los sectores dominantes de Salta intentando derrocarlo, el gaucho patriota intenta armar un ejército para cumplir el pedido. En eso andaba, cuando viaja hacia Tucumán para permitir el arribo de tropas y armamentos enviados por Santiago del Estero. Los grupos conspiradores, que eran beneficiados del contrabando con el Reino de España, permitieron al ejército español ingresar a escondidas a la ciudad de Salta y tomarla el 7 de junio de 1821.
"LA COMPAÑERA" DE GÜEMES
En 1815 Martín Güemes tiene 30 años. En mayo ha sido electo gobernador por el voto popular y por decisión libre de la provincia. En los primeros días de junio del mismo año Güemes se casa con una bella niña: Carmen Puch, hija de un hacendado de la frontera y leal colaborador de Güemes. Según la pluma de Frías "era la mujer más bella de su tiempo; de color blanco, de cabello rubio y abundantemente crespo; sus ojos de un azul profundo, su estatura más bien baja: tenía una bondad tan elevada como su hermosura". Le dio tres hijos y sobrevivió a Güemes unos pocos meses, pues se dejó morir. Tenía apenas 25 años entonces y había secundado al caudillo desde que sólo tenía 15. En 1820 debió ponerse a salvo de una numerosa partida realista y cabalgar grávida y con sus hijos pequeños Martín y Luis, hasta llegar a la casa paterna. El testimonio de Juana Manuela Gorriti ha dejado uno de los aspectos menos conocidos, pero de gran significado humano, de la vida de Güemes y "su compañera", como ella firmaba sus cartas.
EL DIA QUE MURIO GUEMES
El mismo día en que los cipayos salteños dejaron ingresar al enemigo español, el general Güemes es herido de un tiro por la espalda en una emboscada. A duras penas logra llegar al campamento “El Chamical”, donde se encontraban sus tropas. Martín tenía hemofilia, una enfermedad que no permite la coagulación de la sangre. Su destino estaba sellado. En dos oportunidades los enemigos buscaron la forma de sobornar a Güemes con medicinas y doctores, a cambio de la rendición incondicional de este. En presencia de la segunda visita de los realistas, Güemes le ordena a su lugarteniente el Coronel Vidt, que a su inmediata muerte ataque con todas sus fuerzas a los realistas.
“Al alba se sintió un grito desgarrando todo el valle. ¡Murió don Martín! ¡Murió don Martín! ¡Lo está llorando el gauchaje!” Un 17 de junio de 1821, luego de diez días de agonía bajo un cebil, la tierra que lo vio nacer lo ve despedirse. Días después de su fallecimiento, el Coronel Vidt al mando de Los Infernales, rechaza la última invasión realista en Salta. Su herencia aún perdura en la memoria del pueblo salteño, que cada 16 de junio a la noche acompaña al general en la guardia bajo las estrellas.
Güemes no tiene el rating escolar de Belgrano o San Martín. La mayoría de los argentinos ni sabe por qué hoy es feriado el 17 de Junio. Ni siquiera, el rojo del almanaque coincide con el día de su muerte. Es que por esas cosas de la desmemoria nacional, se acomodan las fechas patrias para poder ir a pescar o que se llene Mar de Plata.
El 17 de Junio es feriado, porque murió un patriota. El Guerrillero Gaucho. El comandante de Los Infernales que aguantaron los trapos a caballo y coraje para que San Martín pudiera liberar medio continente.
En Salta, su pueblo lo sigue recordando como el héroe nacional que fue. Y mirando las estrellas se les pianta un lagrimón de emoción, porque los gauchos también lloran.
“Yo no pretendo ni glorias, ni homenajes. Yo sólo trabajo por la libertad de mi patria” había dicho Güemes.
Por lo menos, merece que esta patria respete como feriado el día de su muerte.