SANITEX: TEXTILES SE REINVENTA ANTE LA PANDEMIA
Ante la imposibilidad de continuar normalmente con la producción de indumentaria, por efecto de la pandemia por el Coronavirus, la Cooperativa de Trabajo Textiles Pigüé, debió adaptarse a las circunstancias en tiempo record para poder seguir garantizando la fuente de trabajo de sus asociados.
Si bien la empresa textil, se puso al servicio del municipio para proveer al área de salud de tapabocas, camisolines, cofias etc. al inicio de la pandemia; la demanda a nivel regional de esta producción hizo que rápidamente los trabajadores se pusieran en marcha para encontrar allí la salida económica y laboral, en un contexto sin dudas muy complejo para el sector.
En ese camino la cooperativa elaboró un proyecto que les permitió adquirir una máquina china para la fabricación de barbijos quirúrgicos que hoy se comercializan bajo la marca propia “SANITEX”.
Proyecto y producción
Al respecto, el Ing. Marcos Santicchia, presidente del consejo de administración de la CTTP comentó “Desde principio de marzo, antes del aislamiento empezamos a fabricar insumos sanitarios. Primero para la secretaría de salud local y después empezamos a vender en toda la zona y con el tema de los barbijos teníamos un problema grande porque son insumos que se fabrican a gran escala y no teníamos esa posibilidad; pero surgió un programa del Ministerio Desarrollo Productivo de la Nación e inmediatamente nos pusimos a trabajar para para presentar un proyecto que en parte lo financió el ministerio y después nosotros tuvimos que acompañar con financiamiento propio. Finalmente después de unos 60 días de desarrollo del proyecto y de gestión y espera, el jueves de la semana pasada llegó la máquina, el viernes se comenzó con el montaje ayer salieron los primeros barbijos quirúrgicos de la línea de producción”.
Homologación de ANMAT
Sobre las características de lo barbijos que se fabrican, Santicchia detalló “El barbijo quirúrgico es para uso en el sistema de salud y tiene requerimientos que están definidos por normas. No se puede hacer de cualquier manera. Hay que hacerlo con los insumos y de la forma que especifica la normativa. En este caso se trata de un barbijo plano de tres pliegues y los materiales para su confección son todas telas de fabricación nacional.
Además para comercializar este tipo de insumos hay que contar con la homologación de ANMAT que se regula este tipo de insumos. En eso estamos trabajando. Están hechas todas las presentaciones y confiamos que en los próximos días o semanas va a estar. Esto nos va a permitir comercializarlos”.
Instalaciones
Además del cambio en la orientación de su producción, la CCTP tuvo que adaptar el espacio físico para poder instalar esta línea de producción. Sobre los requerimientos en este aspecto, el Ing. Santicchia explicó “Era un sector de alrededor de 700 metros cuadrados que se estaba usando como depósito. Se cambió un poco la distribución y se acomodó. En realidad se hizo mucha inversión primero en trabajo y después económica porque hubo que realizar trabajos para servicios, pintura, iluminación, además que para para tener la homologación de ANMAT, el espacio tiene que cumplir ciertas normativas que son muy exigentes tanto del espacio como de los protocolos de funcionamiento, de manejo de manejo de los residuos, balance del movimiento de los materiales. Es como un sistema de gestión de calidad específico para el sector”.
Giro productivo
Sobre la rapidez con que lograron desde la cooperativa desarrollar el proyecto, importar la maquinaria, adaptar las instalaciones y poner en marcha la línea para hoy estar produciendo, el presidente de Textiles Pigüé dijo “Nosotros por naturaleza somos bastante inquietos y en este caso la necesidad hizo que lo seamos más. La cooperativa el 20 de marzo se paró completamente. Ninguna máquina quedó funcionando por lo cual se dejaron de emitir facturas y de cobrarse cuentas. Esa necesidad hizo que aceleremos un montón de procesos. Se hicieron gestiones muy intensas y fueron dos o tres meses muy agitados en la actividad diaria porque se paró completamente la actividad económica. Todos nuestros clientes habituales estaban cerrados porque casi el cien por cien está en Buenos Aires y alguno en Rosario. Dejamos de tener clientes de un día para el otro y eso hizo que se acelerará esos tiempos. Y después, corrimos muchísimo con la gestión del proyecto y paralelamente fuimos desarrollando clientes nuevos relacionados con el sistema de salud que eran relaciones comerciales que no teníamos y ni siquiera conocíamos, como clínicas, secretarías de salud, hospitales, mayoristas”.
En cuanto al asesoramiento y contactos comerciales, Santicchia destacó la colaboración de la secretaría de salud municipal “Todos los insumos que vamos desarrollando se lo llevamos a la secretaría de salud y todas las sugerencias que nos fueron haciendo las fuimos desarrollando una línea de producción, que no es muy extensa pero contamos con 6 ó 7 productos que nosotros no fabricábamos y los fuimos haciendo inicialmente con la secretaría de salud. Ese fue un aporte muy importante desde lo local” reconoció el ingeniero.
Maquinaria importada de China
Asimismo, Santicchia comentó que la maquinaria la importó directamente la cooperativa, trayéndola desde China por un vuelo de cargas de Aerolíneas Argentinas. “La gestión de la incorporación de la máquina también fue muy intensa porque es una máquina que importamos nosotros. El comercio exterior lo hicimos directamente y luego la trajimos desde Shanghai, China. Tuvimos que desarrollar el proveedor y después la relación con Aerolíneas Argentinas porque si lo traíamos vía marítima demora más o menos entre 70 y 90 días con el riesgo de que la carga no tenga seguridad porque al estar transportando en medio de una pandemia insumos de salud o un equipamiento de salud, sabíamos de muchos casos que el trámite quedó a la mitad o en otros países donde el barco hace escala, entonces preferimos hacer las gestiones con Aerolíneas Argentinas que nos aseguraba que cargaba y venía directamente sin escalas ni demora. El costo fue mucho más alto pero nos aseguramos poder cerrar el proyecto y tenerlo a tiempo acá.
Respecto del armado y capacitación para operar la máquina, el Ing. Santicchia comentó que todo el proceso se hizo con profesionales locales dada la imposibilidad de que viajen técnicos desde China. “En la cooperativa nosotros contamos con la capacidad técnica para armar máquinas. Hay socios que son ingenieros electrónicos, como el Ing. Guillermo Panis; el ingeniero mecánico Leandro Murguía, estoy yo que soy ingeniero industrial; Mariel Sarlinga que también es ingeniera y estuvo a cargo del desarrollo del sistema de gestión. Además estamos contentos de incorporar una nueva profesional que es una farmacéutica local Marianela Pacioni, porque para poder homologar la empresa tiene que tener un responsable técnico y en la provincia Buenos Aires solamente puede ser un farmacéutico, entonces estuvimos buscando, dimos con Marianela quien enseguida se interesó muchísimo en el proyecto y ya se sumó a nuestra cooperativa. Los proveedores chinos confiaron en nuestra capacidad para ensamblar la máquina acá y la mandaron. Estamos continuamente comunicándonos con ellos, con 12 horas de diferencia, haciéndoles consultas, recibiendo videos y con el traductor de Google, porque no sabemos chino” señaló Santicchia a la vez que mencionó que se está poniendo a punto la maquinaria que tiene una capacidad de producción de 5 a 6 mil barbijos por hora, lo que representa de 40 a 60 mil unidades por turno de trabajo.
Mercados
Al referirse a los nuevos clientes, Marcos Santicchia señaló “Hasta el momento hemos comercializado en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, con algunas empresas en la Patagonia y algo en Buenos Aires. Ahora la prioridad por supuesto es vender en nuestra zona y en nuestro país pero también estamos haciendo gestiones para llegado el caso poder exportar” concluyó el presidente de la CTTP, al tiempo que subrayó que pese a la pandemia y los cambios que esta ha obligado a realizar en la producción de la empresa; ningún socio ha dejado de cobrar su retiro (sueldo). “Antes de que se parara todo por la pandemia, nosotros ya veíamos lo que se venía, entonces hicimos una asamblea, analizamos la situación y los pasos a seguir. Tenemos 25 trabajadores que no están asistiendo porque son personal de riesgo. Al principio todos hicimos de todo y muchos tenían miedo de venir – y es lógico – porque tienen familia, hijos, etc. pero también hay que decir que esto es una cooperativa y todos somos socios y dueños. Si no movemos nosotros, la organización no mueve y esa fue siempre la actitud de los compañeros” afirmó Marcos Santicchia.