HOY: 16 AÑOS DE LA REPRESIÓN A LOS TRABAJADORES DE TEXTILES PIGÜÉ
El jueves 12 de Agosto de 2004, a las 15 hs, 110 efectivos de Infantería, ingresaron a la ex planta 6 de Gatic que ocupaba los obreros de Textiles Pigüé, para desalojar a los trabajadores que la habían ocupado luego de que el empresario Eduardo Backellian abandonara la fábrica, sin siquiera, dignarse a despedirlos.
Los efectivos policiales ingresaron a la planta reprimiendo a trabajadoras mujeres, golpeándolas y lanzando gases lacrimógenos. La jornada fue muy tensa y los operarios resistieron dentro de la fábrica. Finalmente aceptaron salir entregando la llave en guarda al intendente y los concejales para que las remitiera al juez que entendía en la causa de la quiebra de Gatic.
Luego la cooperativa denunció la represión sufrida, tildó como responsables al Intendente Rubén Grenada y al Comisario Ducid “que manejaron el informe que mandaron al juez y sabían lo que iba a pasar”.
Represión
A 16 años de aquel hecho nunca visto en Pigüé, Daniel Moro, en ese entonces presidente de la Cooperativa de Trabajadores, recordó “Tengo muchas lagunas con relación a ese día porque fue muy largo. Yo había arrancado desde muy temprano, el día anterior con ese tema. Estaba muy estresado con mucha adrenalina encima. Cuando me acuesto y me relajo un ratito a la noche, me llamaron a la una menos veinte de la madrugada y me avisaron que estaba viniendo la Gendarmería, ya no me acosté más hasta el otro día. Estuve más de 24 horas despierto con compañeros” dijo el trabajador textil.
A pesar de ser de importante contextura, ese día, al igual que otros trabajadores, Moro fue golpeado por los efectivos de Infantería. De ese momento relata ““No se si fue uno, dos o tres. Nunca me di cuenta. Después, cuando se empezó a relajar un poco la situación todos me preguntaban qué me dolía o si estaba lastimado y la verdad, nunca sentí eso. Lo único que me acuerdo es que cuando iba corriendo para entrar se me caen los lentes y uno de los policías me los quiso pisar y le dije ‘si me los pisás te mato’. Inocentemente, porque la verdad era una tortuga (por el gendarme) imposible encararlo. Levanté los lentes y me fui adentro corriendo, lamentablemente sin tener éxito porque estaba todo muy tomado. No pude entrar en vigilancia” se lamentó Moro quien también expresó “No duró mucho tiempo. Fueron unos 45 minutos, pero muy impresionantes para todos porque era algo que no había ocurrido nunca. Va a quedar en la mente de todos nosotros”.
Complicidad
En cuanto a las responsabilidades de que el conflicto se tensara tanto al punto de la cruel represión que sufrieron los trabajadores que defendían su fuente laboral, Daniel Moro insistió “Hubo un trabajo de inteligencia interesante de la policía local que dio una mano, hizo una lectura de todo el predio e informó los puntos específicos. Pasado el tiempo, nos enteramos cómo había sido la situación. Todo eso fue pedido por el mismísimo intendente de ese momento (por Rubén Grenada). Sabían bien cómo, cuándo, horarios” señaló el operario textil.
Recuperar una empresa
Viendo a la distancia y en el tiempo los hechos y comparando la situación de Pigüé con Coronel Suárez donde los trabajadores no conformaron una cooperativa de trabajo para hacerse cargo de la fábrica, Daniel Moro sostuvo “Nos dio una gran mano el movimiento de empresas recuperadas porque nos hicieron ver bien cuál iba a ser la situación. Fuimos un paso adelantado. Nosotros planteamos con mucha anterioridad en Coronel Suárez que iba a pasar lo que después pasó. Más de una vez nos quisimos juntar con la gente de Suárez para que formen una cooperativa y trabajar en conjunto, porque ellos tenían parte de indumentaria, calzado terminado y demás. Queríamos fusionar todo eso pero ellos tenían que juntarse y lograr una cooperativa, sin embargo optaron por lo más fácil. Después, a la distancia y con el paso del tiempo, nosotros nos damos cuenta que la lucha dio el fruto que queríamos que de” reflexionó Daniel Moro quien fue empleados de Gatic durante oncea años y hoy lleva 16 años trabajando en la CTTP.
“Miraban sentados en la reposera”
Un dato que no dejó pasar Moro y que ubicó entre los recuerdos que no forman parte de esa laguna mental de la que hablaba al comienzo de la entrevista, fue ver a muchos vecinos pigüenses observando los hechos desde el parque municipal – frente a la planta, ruta nacional 33 de por medio- mientras tomaban mate, como si se tratara de una película que transcurría en vivo delante de sus ojos. “Sinceramente eso lo tengo muy claro, bien grabado en la mente. Hoy cierro los ojos y veo esa situación. Yo atrás de lo que era Show Sport (local de ventas de la planta) colgado del alambre tratando de que la gente no entre para no complicar más la situación porque habían roto un alambre y yo veía a la gente sentada con reposera tomando mates del otro lado de la ruta, como observando una película a gran escala de algo que estaba pasando en tiempo real. No podía creer que la gente no entendiera que lo que estábamos haciendo era para todos. Lo que estábamos recuperando no era para cinco negros cabeza que queríamos complicarle la vida a los grandes inversores; porque no olvidemos que detrás de Gatic, había una gran movida de compra que gracias a Dios pudimos quebrársela. Digo esto porque me hago eco de lo que pasó en Suárez, donde el mismo intendente que está en su momento no quiso que se formase una cooperativa y hoy están sufriendo lo que están sufriendo. En nuestro caso, no digo que nosotros vivimos una panacea pero con sacrificio hemos podido recuperar una empresa y estamos trabajando para, de a poco, tener lo que realmente nos merecemos” concluyó Daniel Moro.