MARCOS VILLAMIL: 8500 KM A CABALLO
Marcos Villamil, tiene 27 años y es Ingeniero Agrónomo (UBA). Hasta Enero del 2020 trabajó en el sector de Agro de una reconocida entidad bancaria, pero su verdadera pasión está en sus emprendimientos personales. Hoy está recorriendo la Argentina a caballo, en lo que ha llamado "Abrazarte Argentina" y con el objetivo de unir Ushuaia con La Quiaca en 8.500 km de ruta.
A su paso por Pigüé, se alojó en un establecimiento rural de nuestro distrito y en diálogo con Reflejos comentó “Salí de General Alvear, provincia de Buenos Aires, el 7 de septiembre. Este viaje está recién arrancando. Ahora voy para La Pampa y desde ahí busco para el valle del río negro dónde freno unos días para que los caballos descanses y después voy hacia la cordillera y bajo unos 2 mil kilómetros por la cordillera hasta Río Gallegos y de allí a Ushuaia”
Marcos, viaja con tres caballos: Wayra: padre Criollo y madre Mestiza; Mora, padre Mestizo y madre Árabe y Tordo, padre Percherón y la madre es Mora.
Respecto de dónde duerme por las noches o cómo alimenta a los animales, el viajero explica “En la provincia de Buenos Aires no hay problema porque hay pasto y agua en todos lados. Más adelante en La Pampa o algunas zonas de Santa Cruz, siempre hay algún paisano que te da un poco de avena y maíz; pero la ruta está pensada en función del pasto y el agua” asegura Marcos a la vez que comenta que muchas veces duerme “al sereno, al lado de un arroyo, al aire libre o donde me reciben. Es un viaje que está construido a partir de la confianza de la gente que me abre las puertas” sostiene.
En cuanto a los controles por el COVID, Marcos detalla “Me hice el hisopado y me dio negativo. Ando por el campo y si me cruzo con gente son contactos al aire libre y con distancia. No estoy encerrado y si tengo que comprar algo en algún pueblo me pongo el barbijo y tomo las precauciones necesarias” afirma.
Sobre su gusto por los caballos y los caminos rurales, Marcos comenta “Desde que tengo memoria, todos los veranos iba al campo y estaba con los caballos. Estudié agronomía y compre la madre de Wayra y la crié. Cuando tenía 17 años a un tío mío de San Antonio Areco (a unos 300 km de Gral Alvear) le regalan un caballo. Entonces le dije que se lo llevaba andando. “Estás loco, me dijo” pero se lo llevé y esa fue una cabalgata que me enseñó muchísimo porque hice todo mal: le calculé como 70 kilómetros por día (que es una barbaridad) un solo caballo, un mal recado, perdí la billetera el primer día, estuve tres días sin comer, dormí al costado del camino. En fin. Todo mal, pero aprendí muchísimo” dijo Marcos Villamil.