HABILITARON EL PLANEADOR BIPLAZA DEL AEROCLUB
Se trata de una aeronave Blanik L13 biplaza que tras varios trámites a cargo del club de Planeadores Albatros –padrino del aero club de Pigüé – ya está nuevamente en condiciones para volver a la actividad. “El planeador siempre estuvo en el aeroclub de Pigüé. Hace unos diez años aproximadamente tuvimos que hacerle algunas reformas para ponerlo en vuelo nuevamente. Hubo que pedir unos kit a Europa y eso demoró la puesta en marcha también” comentó Claudio Burgardt, miembro de la comisión directiva del aero club local quien agregó que hace dos años estaban trabajando en la reparación del mismo.
El planeador será traído en unos días a Pigüé. Resta definir si se transportará por tierra desarmado o si será remolcado por aire.
Según explicó Burgardt la aeronave será utilizada para instrucción de pilotos aunque también el aero club la pondrá a disposición para vuelos de bautismo.
“El principal fin que le interesa al club es usarlo para instrucción para hacer nuevos pilotos de planeador que después pueden seguir con el curso de piloto de avión porque las horas son contables” sostuvo Burgardt a la vez que subrayó las ventajas que ofrece este tipo de planeador en la instrucción de los futuros pilotos. “El vuelo con planeador, entrena muy bien a un piloto porque está en estado de emergencia permanente. De esa forma arranca con otro tipo de táctica. En un aterrizaje, el planeador siempre tiene la chance de hacerlo primero, entonces te afina muchísimo para lo que es luego el pilotaje de avión” dijo el integrante del aero club de Pigüé.
Respecto de la técnica de vuelo que utiliza una aeronave de estas características, Burgardt detalló “El vuelo arranca remolcado, normalmente a una altura de 500 metros. Acá se usa el remolque en avión pero en otros lugares se utiliza el remolque por torno. Después es todo pericia nuestra para mantenerlos en el aire. Esto consta de estar volando térmicas ascendentes o descendentes. El piloto de planeador trata de buscar, con un instrumento que se llama variómetro, la térmica ascendente que es la que nos va a mantener en vuelo y ganar altura, porque nuestro límite son los 3500 metros que es dónde se termina el oxígeno. Después la pericia varía desde volarlo diez minutos y aterrizar o mantenerlo dos, tres o cuatro horas en vuelo” afirmó Burgardt quien subrayó que se puede volar siempre y cuando se den las condiciones meteorológicas. “A veces se hacen circuitos de vuelo de 250 o 300 kilómetros; o se delimitan triángulos buscando las condiciones del viento. Hay que tener muy clara la meteorología para estar acorde con el vuelo vamos hacer” concluyó Burgardt.