Diego Sarlinga se recibió de Ingeniero en electrónica con el mejor promedio en la UTN
La Facultad Regional Bahía Blanca de la Universidad Nacional Tecnológica (UTN) tuvo su 63ª Colación de Grados, donde se reconoció al joven pigüense Diego Sarlinga, recibido de Ingeniero en electrónica, como el mejor promedio. La toma de juramentos se realizó el pasado viernes de manera virtual, mediante un enlace de Zoom para graduados y autoridades y por el canal oficial de la facultad para el resto del público.
Sarlinga asistió al Colegio La Salle en sus estudios primarios y a la Escuela Técnica Nº1 en la secundaria. Comenzó su carrera universitaria en 2007 en la UTN de Buenos Aires. Cursó dos años allí para luego completarla en la Facultad bahiense. “Los primeros años estaba cursando otra carrera en paralelo por eso se me hizo un poco más largo. La carrera en sí misma dura cinco años y medio y como la UTN te da la posibilidad - por sus horarios - de trabajar y estudiar a la vez entonces siempre se estira un poco respecto al plan de estudios” comentó Diego.
“Cuando terminé la secundaria me fui a Buenos Aires y estudié técnico en sonido en la universidad de Lanús. Esa carrera la terminé pero me quedé con las ganas y de a poquito empecé a hacer alguna que otra materia mientras laburaba de lo que había estudiado que era sonido, entonces empecé a cursar electrónica y con el tiempo fui dedicándome a la electrónica, dejé de trabajar de sonidista - aunque siempre algún que otro trabajo hago como para despuntar el vicio - pero ahora estoy dedicado cien por cien a electrónica” señaló el ingeniero al tiempo que agregó que en la actualidad se desempeña en la empresa bahiense Penta s.a.. “Es una empresa que fabrica detectores de metales industriales para la industria alimenticia. Arranqué trabajando en el sector de ensamble y calibración de equipos luego pase a laboratorio de ensayos de nuevos productos y hace unos tres años q estoy trabajando donde estoy hoy” dijo Sarlinga.
Respecto de la situación por la pandemia que llevó durante el año pasado a todas las instituciones educativas a las cursadas virtuales, Diego Sarlinga dijo que en su caso no tuvo que cursar con esa modalidad ya que terminó de hacerlo en el año 2018 y el trabajo final lo entregó en mayo de 2019. “Lo que sucede es que recién ahora, casi 2 años después, me llegó el título y se realizó la colación de grado que con el tema de la pandemia se atrasó muchísimo” sostuvo el ingeniero.
En cuanto a su inclinación hacia las carreras técnicas Sarlinga afirmó “Cuando hice la secundaria estaba muy metido en lo que era la música. Siempre toqué la guitarra y estaba en una banda. Tenía muy claro que quería trabajar en algo relacionado a ese mundo y como no tenía tanto talento para dedicarle a la música –dice entre risas - decidí dedicarme al audio, que si bien no está directamente relacionado con la electrónica, tiene muchos puntos en común y haber estudiado en una escuela técnica ayudó un montón. Tenía clarísimo que mi futuro y a lo que me quería dedicar estaba relacionado al ámbito técnico” dijo el joven pigüense.
Asimismo el ingeniero comentó que la carrera de técnico en sonido que realizó antes de comenzar a cursar la ingeniería electrónica le ayudó mucho porque no arrancó primer año sin saber estudiar que es uno de los grandes problemas que tienen los chicos que salen de la secundaria. “Y el paso por la escuela técnica también es fundamental. Arrancar una ingeniería sabiendo ya un montón de cosas de electricidad, electrónica y electrotecnia es muy importante sin lugar a dudas” aseguró Diego.
Al dejar un mensaje para aquellos jóvenes que están pensando en continuar sus estudios en una universidad Sarlinga opinó “No hay que tenerle miedo a las carreras en la universidad. Los primeros años pueden ser duros porque salís de la escuela un poco ‘crudo’ y te agarran con álgebra y análisis matemático… no entendés nada y algunas personas se desmoralizan con los primeros parciales que son una cachetada; pero no hay que desanimarse porque es todo un proceso, un cambio de vida para muchos, primero el hecho de emigrar, irse a otra ciudad: Buenos Aires, La Plata, Bahía Blanca o cualquier otra y en la universidad después hay que aprender a estudiar y no desalentarse. Los primeros años son cuesta arriba pero cuando empezás a ver las cuestiones más específicas de la carrera uno se entusiasma. Y otra sugerencia es no anotarse en muchas materias que después es difícil cumplir, sino inscribirse en lo que realmente uno puede hacer y no desesperarse, ir haciendo lo que se puede” finalizó el ingeniero en electrónica.