LA TRADICIÓN DE LUTO: FALLECIÓ “PICHE” GUEVARA
La tradición está de luto. El cielo encapotado sobre los campos, evidencia la tristeza del gauchaje. Es que la pandemia se llevò uno de los mejores jinetes que dio el pago. Porque a los 78 años, se fue a jinetear un flete al màs allà JULIO ROBERTO GUEVARA. El "PICHE".
Hace seis años, los habíamos entrevistado para Semanario Reflejos, en nota que Jorge Sandoval le hizo junto a otro leyenda, el recordado Osmar Cleri Herrera.
Piche, cuyo nombre permanece en el bronce de unos los palos en Laguna Las Encadenadas. Habia pasado los setenta abriles y Guevara seguía trabajando en el campo. “ Guevara estuvo trabajando toda la semana ejerciendo el oficio de alambrador, que alterna con otra tarea, la de esquilador. Algo que considera que «tal vez este año no salga más, pero tengo tantos clientes que me da lástima. Este año hicimos seis mil ovejas y para dejarlo hay que avisar antes», afirma. Aunque tiene edad suficiente para un merecido descanso”.
«Montar es un deporte que a uno le tiene que gustar. Yo empecé a montar en una jineteada a los 15 años, pero ya lo hacía de antes en el campo cuando iba a la escuela a la que fuí poco porque después cuando tenía unos 10 años me mandaron a trabajar», confiaba Guevara.
“Antes en una misma tarde montábamos con cuero tendido, en pelo, con bastos o grupa, si había jineteada de novillos también, y hasta unos petisos llegamos a montar», contò Guevara y el recuerdo les provoca una sonrisa, y que en una misma tarde llegó hasta montar diez veces. «En Chubut una vez monté diez veces en un día, cuando llegamos había pocos jinetes, sólo fuimos cuatro y algunos de allá y hubo que hacerlo, pero terminé bien, entero», señala Guevara.
En el caso de Guevara montó hasta los 39 años cuando empezó a pensar que una caída lo podía afectar en su trabajo en el campo y también porque «nosotros agarrábamos los estribos con la punta de los dedos, y después me quebré un dedo del pie que me quedó duro y ya no podía agarrar el estribo igual y empecé a ver que se me escapaba», nos dijo el Piche Guevara.
Guevara recordò un accidente «en Cabildo un caballo me apretó, me sacaron un metro veinte de intestino y el bazo sanguíneo, pero después de eso jineteé trece años más».
Un médico de Bahía Blanca de apellido Sofía lo operó urgente en Bahía Blanca, y un amigo debió firmar autorizando una operación con riesgos «pero tuve suerte y salí bien, y después el doctor me preguntó qué hacía y le conté que hacía trabajo bruto, en la bolsa, pocero, esquila, montar, y él me dijo que había quedado re bien ‘pero a la jineteada no vas a ir más’, me dijo», dijo Guevara en aquel reportaje. Aunque un tiempo después en una jineteada y pese a la advertencia que le formuló su esposa «había poquitos jinetes, y mi hermano y unos amigos me anotaron, me sortearon y cuando me llamaron fuí, y no va que el caballo casi me aprieta y yo pensé ‘tanta mala suerte voy a tener’, y una semana después me llegó una carta de una fiesta grande que había, donde me invitaban a montar. Había ocho mil pesos de premio, fuí, gané y me vine con una alegría bárbara, y después seguí trece años más».
Guevara llegó a montar hasta en Palermo en una fiesta grande que hacían a nivel internacional, donde clasificó segundo «fuí subcampeón detrás de ‘Tucuta’ Schang (un jinete promocionado como el mejor de todos los tiempos), y después teníamos que ir a Brasil, pero no me avisó nada y se fue con un compañero suyo, sino tendría que haber ido a Brasil».
Concluida la etapa de jinetes, comenzaron a ser jurados, «cuando el Fogón de Arroyo Corto empezó a ir a la fiesta de la laguna nos llamaron, y desde entonces vamos como jurados, aunque antes habíamos estado como jinetes», señaló Guevara.
Comparando las épocas, Guevara describió que, «hoy hay muchos que viven de eso nomás, y antes no porque el trabajo era sagrado para uno, y los lunes si no estabas capaz que te echaban», dice Guevara. Y agrega «antes eran más paisanos, paisanos, ahora son más delicados los jinetes y no hablan mucho con uno tampoco». «Antes cuando uno entraba a la final, el otro se ponía contento y lo iba a ayudar a preparar el caballo, había más compañerismo», dijo Piche.
Compañeros, que extrañarán a Julio Piche Guevara, un puntal de tradición que enhorquetado en un flete, ya se fue a jinetear en los ruedos del más allá…