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2 de Junio de 2021

Javier Porta “Uno nunca deja de ser bombero”

  • Javier Porta “Uno nunca deja de ser bombero”
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  • Javier Porta “Uno nunca deja de ser bombero”

A pocos días de cumplir treinta años de su ingreso al cuerpo activo de los bomberos voluntarios de Pigüé, el actual jefe Javier Porta confía que es la hora de colgar el casco “ha llegado el día de dar un paso al costado, la familia lo estaba reclamando hace un tiempo”, y que lo mejor “es que pudimos armar un buen equipo, que sigue gente muy capacitada, muy comprometida y uno se va tranquilo aunque uno nunca deja de ser bombero, lo es desde que ingresa por primera vez al cuartel y deja de serlo cuando va a Liniers al fondo”, agrega con una sonrisa.


Su ingreso a los 25 años fue como aspirante en una época donde la capacitación era escuchar y seguir los consejos de quienes tenían más experiencia, y recuerda que el Jefe de entonces Arturo Schoenfeld “te daba un mameluco, un casco cola de pato, unos borceguíes viejos con suela plástica que en las sierras patinabas como loco, un saco, un cinto, y si al otro día había toque de sirena salíamos” y que se fueron a anotar junto a César Braun “yo me inscribí porque tenía ganas de ayudar y es algo que me gustaba”.
“Hoy es distinto, cuando un bombero ingresa hace dos años mínimo que está en el Cuartel y tiene montones de clases, de prácticas y de cursos. Han cambiado muchísimo las cosas”, señala aunque remarca que lo más importante es compromiso y actitud, “después se le puede enseñar dos meses más o menos a apagar un fuego, o a sacar una persona de un auto pero el compromiso y la actitud no se negocian”.
Poniendo como ejemplo la labor de los actuales integrantes del Cuerpo en el curso de esta pandemia y particularmente en los retenes que no es la labor para la que se preparan “pero no tuvimos una sola queja”, y que por su labor como Jefe de Defensa Civil que seguirá ejerciendo se recargó la tarea de el Segundo Jefe Roberto Hochler quien ahora pasará a ser la máxima autoridad.
“Es una persona que estuvo prácticamente a cargo del Cuartel durante toda esta pandemia ayudándome, lo hablamos porque a mí se me había complicado bastante y él lo hizo”, confiando en su capacidad y contando su propia experiencia “me costó afirmarme como Jefe, gracias a Cristian Mancinelli que fue mi ladero, y me ayudó y me enseñó”.


Considerando que es el momento ideal para dar un paso al costado “el Cuartel se encuentra bien equipado y en lo edilicio, con gente se está bien y enchufada y entrará gente joven que a uno lo pone contento que puede seguir este camino”.
El nuevo Jefe será Roberto Hochler y como segundo Jefe Marcelo Burek, gente joven pero con mucha experiencia y capacitación.
“Podría haber seguido un tiempo más, no tendría problemas, pero cuando uno empieza a perder fuerzas no es bueno para nadie, además me lo pedía la familia, que es el sostén de cada bombero, Miriam, Dan y Ailin que son mi sustento y los que se bancaron todo esto, por eso quiero felicitar a la familia de cada bombero porque son los que más sufren”, afirma.
“Es un placer ser bombero, cuando uno hace las cosas con gusto no sé si es tan difícil, lo que sí te lleva muchas horas, la gente no lo ve muchas veces, uno está todo el año comprometido cuando no es una guardia o capacitación, viajando para hacer un curso, y es lo que más complica, el cumplir porque son muchas las horas que dejás dentro del cuartel”, dice.


“Muchas veces me tuve que bajar del andamio y salir corriendo, por ahí dejábamos la máquina llena de mezcla y cuando volvíamos había que sacarla con una barreta”, cuenta como una de las tantas anécdotas propias de quien tiene una verdadera vocación de servir voluntariamente a los demás postergando la labor personal.
“Uno lo hace con muchas ganas y eso es lo bueno que tiene, y también creo que es la hora de dar un paso al costado, porque esto es una familia pero por ahí a alguno le tenés que pegarle una cachetadita o suspenderlo y ya no tenía ganas de seguir tomando algunas decisiones, seguramente tendré que saber manejar la ansiedad cuando suene la sirena y una de las cosas que me deja tranquilo es que dejé todo así que el pequeño duelo que uno tiene que hacer lo hace más tranquilo”, señala finalmente Javier Porta.

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