Fabio Blanco, nuestro campeón de metegol
Con un título en la categoría Senior y en el podio en otras dos categorías, mejor no pudo ser la participación del pigüense Fabio Blanco, quien participó hace unos días del Campeonato nacional de metegol que se llevó a cabo en Junín, Mendoza.
“Por la pandemia este torneo no se hizo durante dos años, ahora se reinició, y yo participé en categoría Senior donde fui el campeón, en 4x4 culminé tercero, en parejas fuí segundo con Miguel Díaz de Buenos Aires”, contó Fabio y que ya había participado en otros torneos similares “llegué a la final dos veces, y en ambas me ganó Luis Magariños de Buenos Aires a quien pude derrotar ahora. Me tenía un poco de hijo, pero se dio vuelta esta vez”, cuenta con una sonrisa.
Bajo la organización de la Liga Mendocina de Fútbol de Mesa (Metegol), y con el auspicio de la Subsecretaría de Deportes de Junín, se realizó en el Estadio Cubierto La Colonia el Campeonato Argentino de Metegol, con una gran cantidad de competidores.
En total, más de 10 categorías tuvieron su espacio en el certamen, con amplia participación de hombres y mujeres, llegados de provincias vecinas, de otros departamentos y de Chile y Uruguay, y entre ellos el pigüense Fabio Blanco.
“Entre todas las sedes del torneo hubo más de cien competidores”, dice y que los metegoles son con medidas reglamentarias a nivel mundial, no son los comunes, y con esos se disputan las competencias internacionales, como el mundial de Francia que será en el 2002, mientras en el 2023 se hará la Copa América en nuestro continente.
“El que agarra un metegol de estos, con los otros no juega más. Yo vendí otros viejos que tenía restaurando, y pude llegar a uno de esos”, contó y que también los repara para terceros.
“Nos juntábamos antes de la pandemia para jugar acá, igual yo practico todos los días aunque sea solo, los pases del medio al delantero, la defensa al medio que es lo más importante”, dice y que por ejemplo “el molinete está prohibido. Hay varios aspectos del reglamento que hay que saber para cualquier competición nacional o internacional. Por ejemplo hay que avisar cuando se saca, el rival debe responder, hay que hacer una serie de pases y otras cuestiones reglamentarias”.
Sobre el hecho de jugar con alguien que reside a varios kilómetros, como le pasó en este último torneo nacional, dice que si bien se conocían, no arrancaron bien aunque se fueron complementando tan bien que llegaron a la final.
“Jugué muchos partidos, no sé cuantos, y el que diga que el metegol no te cansa lo desafío a que participe de un torneo así y después me cuenta”, afirma y que “los brazos terminan doliendo, las muñecas, arriba del hombro”.
“En Pigüé que yo sepa no hay metegoles en lugares públicos o comercios, solo algún privado, yo juego desde los diez años, después ví por internet que se jugaba profesionalmente. La primera vez hace cuatro o cinco años fui a Santa Fe, y la verdad fue espectacular, enseguida tiré los hilos para comprar un metegol de esos”.
“Ahora represento al club San Martín de Mendoza, y si van a la Copa América está la posibilidad de que viaje con ellos”, cuenta y que este hobbie “se convirtió en algo serio”, y que ya se está preparando para un torneo similar a fines de año que se disputará en Bernal.