2021 inolvidable para Martín Prost
En la madurez de su carrera futbolística Martín Prost cerró una temporada inolvidable, con muchos goles que contribuyeron al primer título de Independiente Petrolero de Sucre en la máxima categoría del fútbol de Bolivia, y por si fuera poco también fue el máximo artillero del torneo que concluyó recientemente con 19 tantos, lo que motivó que ya fuera confirmado como jugador de The Strongest, uno de los equipos más grandes de aquel país.
“Es una felicidad enorme, me toca en mis últimos años el poder disfrutar tanto este lindo momento, de quizás poder lograr uno de los sueños que tenía de chico de jugar una Libertadores o una Sudamericana”, contó en principio en charla con este medio nuevamente en Pigüé donde recarga las pilas con sus seres queridos antes de volver a jugar en Bolivia
No fueron fáciles los inicios de esta temporada, el equipo venía de ascender después de muchos años, “es un equipo relativamente chico, el esfuerzo era doble, no teníamos los materiales de trabajo que sí tenían otros más grandes y los jugadores tuvimos que lucharla, como me ha tocado siempre y esta vez con la bendición de Dios, de haber logrado el campeonato y a su vez ser el goleador que es algo que también buscaba pero no como prioridad”.
Uno de los secretos fue el buen ambiente de un grupo que se conformó casi sobre el inicio del torneo, con dificultades de todo tipo que tal vez motivaron que el equipo se haya robustecido anímicamente y superara con creces el objetivo propuesto que era salvarse del descenso.
“Cuando nos conocimos con el resto de mis compañeros éramos concientes de que era imposible imaginar, soñar, pensar, que podíamos sacar al goleador, que podíamos salir campeones, de jugar Copa Libertadores, es que hay otros clubes con mayor poderío económico que hacen mucha diferencia con el resto, traen jugadores de mayor jerarquía, brasileros, argentinos, de la primera división, muchos transitando sus últimos años, y el nuestro era un conjunto de gente grande que creo que era un buen equipo para mantener la categoría, y de hecho Independiente Petrolero ascendió junto a Real Tomayapo que está cerca de Jujuy, con muchas similitudes, ambos tienen mujeres como presidentas, armaron sus equipos casi con el mismo presupuesto, “y Real Tomayapo salvó la categoría en la última fecha y nosotros salimos campeones”, se sincera.
“No éramos candidatos, lo nuestro fue ilógico, rompimos todos los pronósticos que casi siempre no nos daban como favoritos y logramos muchos puntos sobre el cierre de los partidos, y así fue inclusive hasta en el último partido”, cuenta y que el final del certamen resultó como el de una película “no fuimos punteros en todo el campeonato, siempre peleamos el segundo, tercer o cuarto puesto, y en la última nos quedamos con el primer lugar y nos quedamos con algo que se les escapó a los de arriba”.
Y también destaca “fue difícil disfrutarlo, tal vez un equipo grande acostumbrado a esto sí puede, nosotros era partido a partido, mentalizarnos en las pocas cosas que teníamos a favor, hacernos fuertes, porque si nos enfocábamos solo en los problemas, nos estancábamos y no avanzábamos, ese fue el principal mérito del grupo, que me ayudó no solo a ser el goleador, sino a crecer como persona, como futbolista, que a veces uno cree que sabe todo y en el proceso terminás aprendiendo un montón de cosas”, dice y que aprendió a ser más paciente “yo soy bastante temperamental”, confiesa y como ejemplo cuenta “en el inicio del torneo llegué rápido a las tres amarillas, después en la cuarta me incluyeron una de manera equivocada, y así jugué todo el torneo, me pegaban, me insultaban y yo nada, callado la boca, no me quería perder ni un partido, y así completé las treinta fechas, jugué todos los partidos”.
“Si se podía queríamos estar entre los ocho primeros que nos permitía jugar la Sudamericana, y esa era la realidad del club que no pagaban mucho, tratando de mantenerse, de hacer pie en la categoría y el año que viene aspirar a cosas importantes y todo se dio en este año en un club que tiene mucho por mejorar por crecer, pero es más lindo cuando tenés todo a favor”, confía y agrega “en la historia de Independiente es el primer título en la máxima categoría y la primera vez que va a jugar Copa Libertadores”.
“Nos tocó a nosotros, estar bendecidos, en el lugar justo en el momento correcto, y ya hicimos nuestro trabajo, dimos un pasito al costado e irnos bien, siento dentro mío que más no le puedo dar al club y no quería que se manche esa imagen, con la vara muy alta y preferí irme por la puerta grande”, cuenta sobre su desvinculación y el arreglo que de palabra tiene con The Strongest para la próxima temporada, que juega como local en la altura a más de 3.600 metros sobre el nivel del mar lo cual es una ventaja importante.
Cuenta que su hijo Martiniano varias veces le anticipó los resultados de los partidos y hasta los autores de los goles lo que motivó la curiosidad de varios medios de prensa “que venían para hacer una nota con él”, dice sonriendo y también destaca el acompañamiento de su familia, sus hijos Isabella y Martiniano y su compañera Celeste, quienes lo bancan siempre.
El tiempo de pandemia fue duro, no pudo volver a su Pigüé natal desde hace casi un año, “y uno empieza a valorar más a los viejos, mis abuelas, mi mamá lloró todo el año cada vez que hacía un gol”, y también reflexiona “a mí me abrió mucho la cabeza, ví a muchos compañeros sin trabajo, en situaciones realmente difíciles”, y ahora solo quiere disfrutar este buen presente, a los 33 años está convencido que le quedan al menos un par de temporadas “hoy disfruto mucho, ojalá pueda jugar hasta los cuarenta, pero posiblemente sean uno o dos años más en óptimas condiciones, nunca tuve lesiones ni cuando jugaba en Sarmiento de chiquito, una sola vez me desgarré”, dice y que tal vez el cierre de su carrera sea acá “en algún equipo que esté dirigiendo Eduardo Savi”, alguien a quien siempre tiene muy presente.