Perasso “El rugby no es un deporte elitista”
Promovido por Sarmiento Rugby se llevó a cabo una charla sobre “El costado formativo del deporte” a cargo de Sebastián Perasso, un reconocido escritor con una docena de libros vinculados al rugby en sus distintas facetas, particularmente en la faz formativa de este deporte.
Perasso quien es un ex jugador, entrenador, encargado actual de coaching de los 130 entrenadores que tiene el San Isidro Club de Buenos Aires, escritor por vocación quien advirtió que no había literatura sobre rugby y fue así que se animó con un primer libro, luego otros más, hasta totalizar una docena de publicaciones tras quince años.
“Soy un hombre de rugby, pero siempre digo que hay una enorme vinculación entre todos los deportes. Nosotros como entrenadores, como educadores, somos ante todo formadores, organizadores, comunicadores, constructores de vínculos y relaciones, tratando de generar una atmósfera propicia para el disfrute y el aprendizaje, y después obviamente somos desarrolladores de jugadores, ahí también entra la técnica y la táctica de cada deporte”, afirmó en principio sobre a quienes estaba dirigida la disertación, que acotó también es útil para otros aspectos de la vida.
“Básicamente yo siempre arengo a que todos lleven adelante y practiquen deporte, eso es muy importante, porque el deporte es básicamente la representación de la vida, tenemos que acatar una autoridad, acatar las normas de juego. Siempre digo que nos estamos tratando de preparar para la vida, por eso estamos representando la vida misma, y en ese escenario nosotros queremos que los chicos, que los jóvenes ganen y pierdan muchas veces, porque a veces vamos en busca de una victoria, y la vida es eso, es tropezarse y tratar de levantarse, y si nosotros podemos hacer un aporte en ese sentido tanto en lo que es una formación integral que implica darle buenos hábitos y valores a la persona más allá de los conocimientos del jugador, estamos haciendo ese aporte integral que sirve para formar personas de bien más allá del nivel de juego de cada uno”, acotó.
Merced a su amistad con Agustín Calletti, un vecino de la localidad, fue que se sintió tentado para conocer el sudoeste bonaerense, de hecho estuvo recorriendo la zona en su estadía que tenía como objetivo principal la disertación que se llevó a cabo con entrada libre en el Teatro Español.
En la charla con Reflejos graficó como ha crecido este deporte, “allá por 1899 cuando se creó la antecesora de la Unión Argentina de Rugby, éramos solamente 5 clubes, y hoy somos 664”, dijo y que era una muestra del espíritu de quienes practican este deporte de aprender a hacerse fuerte en la adversidad, y también señaló que hay que desterrar ese preconcepto de que es un deporte solo para algunos, “nosotros tenemos un enorme desafío de eliminar esos prejuicios, de que el rugby es elitista, hoy decía que hay 664 clubes, más de 400 clubes son clubes en formación a lo largo y ancho del país, hay rugby social en todos lados, he tenido el enorme privilegio de visitar muchas cárceles en el país, y ver que más de tres mil presos juegan el rugby, bueno eso tira a la borda de que el rugby es un deporte elitista”.
Ante algunos hechos lamentables de violencia protagonizados por rugbiers, algunos con final trágico, Perasso no elude la respuesta “por supuesto que tenemos nuestros errores, nuestras miserias y trabajamos muchísimo. Yo he sido un testigo privilegiado que en todo nuestro país hay miles y miles de entrenadores y hombres de rugby que trabajan para construir una sociedad mejor, en un escenario sumamente difícil, con escasos recursos, entonces por supuesto que cometemos nuestros errores, pero en el rugby de Buenos Aires por ejemplo hace un par de semanas se llevó a cabo el clásico SIC-CASI con cinco mil espectadores, no hay un solo policía y no hay un solo incidente, eso habla a las claras que el rugby y sus valores están ahí presentes, con errores y con muchas cosas por trabajar, por eso cuando me dicen que hay que trabajar sobre los valores, hay muchísima gente que trabaja y lo hace muy bien, y esa es una de las razones por la que por ejemplo ir a una cancha y tener un escenario de respeto, de camaradería, en una Argentina absolutamente violenta en muchos sentidos desde lo verbal, desde lo físico, bueno ese entre comillas es un ‘milagro’ que hay que tratar de mantener y preservar por supuesto que con nuestros errores y nuestras miserias como tiene todo deporte, y el deporte en general y el rugby también por supuesto, es imposible que no se vea salpicado por la violencia del día a día. Nosotros queremos limitar esa violencia, esa falta de educación y porque queremos que tenemos una herramienta valiosa que hay que tratar de utilizarla bien”.