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23 de Julio de 2022

Jorge Cabral, bajó 45 kilos: un motivador testimonio de voluntad y disciplina

Jorge Cabral, bajó 45 kilos: un motivador testimonio de voluntad y disciplina Jorge Cabral, bajó 45 kilos: un motivador testimonio de voluntad y disciplina

Jorge es panadero y rotisero. Llegó a pesar 140 kilos pero con voluntad, perseverancia y disciplina logró bajar 45 kilos. En agosto próximo habrá cumplido 240 días con una alimentación sana, consciente y actividad física, solo descansando los domingos. Cómo era su vida con sobrepeso y por qué tras varios fracasos, la frase “el lunes empiezo” se hizo realidad, lo cuenta en esta entrevista.

"Llevo bajados 45 kilos. Empecé el 6 de octubre del año pasado. Siempre decía 'el lunes arranco' y me peleaba con mi señora porque me cuidaba dos o tres días y volvía a lo mismo. Venía de seis o siete años en que era un descontrol total. Mucho desarreglo, muchos asados, comer mal y mucho, juntarme todos, los días tomaba mucha cerveza, de 14 a 15 latas por día. Estaba todo mal. En el trabajo llegaban las once de la mañana y las rodillas, la cintura, la espalda, era un dolor terrible y a la noche me dolía todo. Ya me costaba todo: agacharme para atarme los cordones, bañarme, miles de cosas que me complicaban la vida" relata Jorge como si diez meses atrás hubiesen sido otra vida.

"Un lunes - como todos los lunes en que todos prometemos arrancar - no sé qué me pasó por la cabeza y arranqué como otros tantos pero con la diferencia que hice un video y lo subí a las redes sociales. Sin contar nada. Entonces una o dos personas me felicitaron por haber empezado, por mi salud. Entonces subí un segundo y un tercer video y cada vez más gente comentaba y ahí me copé. Dije: 'este tiene que ser el compromiso para mí y para toda la gente que empezó a escribirme'; y así hoy llevo 240 días, sólo descansando los domingos" dice Jorge orgulloso.

Sobre su rutina diaria, Jorge Cabral detalla "Entro al laburo (una panadería) 7:30 am y le pego parado hasta las 14,30 pm. Salgo del trabajo lleno de harina y a darle sin parar a la actividad física. Llego a casa tipo 16,30 hs. , me acuesto un rato y de ahí a la rotisería - que entro a las 6 de la tarde - hasta las doce. Nunca me acuesto antes de la 1,30 am. Y así es mi rutina todos los días" comenta.

Respecto de su alimentación, Jorge explica "Lo primero y principal es cuidarme. Esto lo hice de corajudo nada más, sin ir a un doctor o a una nutricionista que me de una dieta. Lo hice a criterio de lo que uno sabe que le hace mal" .

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Aunque Jorge trabaja en una panadería y una rotisería, lo que denomina "el centro del infierno"; logró alejarse de la tentación que esto representa. "Saqué todas las harinas, no como pan ni facturas, ni nada de eso. Saqué el alcohol. Tomo jugo o agua. Y a eso le sumo la gimnasia. Arranque caminando lo que podía: 10 cuadras, y parecía que había caminado hasta la luna porque me moría, pero de a poquito le fui agregando hasta que hoy puedo correr, andar en bicicleta y hacer un montón de cosas más" se entusiasma en el relato.

En cuanto a cuál es su meta, Jorge asegura "La meta principal es hacerlo por mí. Uno a veces deja muchas cosas porque que tiene el trabajo, la familia, - que no digo que no sea una responsabilidad - pero también tenemos la responsabilidad con uno mismo porque si uno está bien también lo están los que te rodean y hacemos bien a los demás. A su vez podemos trasmitir algo bueno, porque todo se puede. Es un estado de ánimo, de fuerza de voluntad y de cabeza. Si vos dominás tu mente, dominás todo tu cuerpo. Eso es lo que a mí me pasó. A mí me domina mi cuerpo y hoy yo domino mi mente" concluye.

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Al hablar de la motivación y el incentivo Jorge no deja de lado su entorno "Fueron los amigos, la gente que me rodea y esta especie de reality que hice con los videos, porque parecen una tontería y por ahí aburro, pero a mí me ayudó porque me hizo pensar 'no puedo fallar ahora'. Yo pesaba 140 kg y hoy peso 95. La meta es llegar a bajar algunos kilitos más. Si bien uno ya tiene un cuerpo que no es el mismo que cuando era joven, esto no lo dejo por nada. Ya me hice un hábito y el cuerpome lo pide así" afirma.

Vi que es posible, pero obviamente es cuestión de ánimo y voluntad. La realidad es que vos podés entrenar todo el día pero si te comes todo, las calorías que quemaste las volver a recuperar. El sistema lamentablemente es cerrar la boca, sacar las cosas que nos hacen mal, los dulces, las harinas, el alcohol y empezar a comer cosas sanas: frutas, ensaladas etc. Antes yo decía que no era conejo para comer ensalada y que caminar era para los viejos y todo me salió mal. Es un karma porque tuve que arrancar a caminar y ahora como remolacha, zanahoria, palta, esas hierbas raras y yuyos. Parezco un conejito" dice mientras se ríe.

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Además Jorge relata que toda la vida le gustó jugar al fútbol. "Mi placer más grande es el fútbol. Desde los 9 años que arranque jamás pare de jugar. Terminé en el club Unión y seguí armando torneos, jugando, pero hice un click cuando jugaba en el parque y me vi muy gordo. Veía que ya no podía jugar y en estos torneos - es un código del fútbol- que juegan los que están más preparados, los mejores; y si bien no me dejaban de lado, sentía que el físico no me lo permitía. Ahora la mayor satisfacción fue volver y sentirme bien, no ahogarme, ni cansarme".

"Siempre he sido un desastre mi vida y todo me ha salido mal, pero estoy orgulloso de lo que estoy haciendo. Si bien es algo para mí y lo disfruto yo, también veo que mis hijos, mi familia, los amigos, me felicitan y eso me pone más que bien y hasta me emociona" destaca.

Finalmente, Jorge agrega "A mí no me gusta dar consejos ni ser ejemplo de nadie, porque el ejemplo en la vida de cada uno, es uno mismo; pero hay mucha gente que no sube historias a las redes pero me escriben y me cuentan que están haciendo lo mismo y que bajaron 15 ó 20 kilos. Eso me pone muy bien porque alguno se contagió. Le di una inyección anímica a alguien. Aquel que tiene algún hábito malo, que lo deje y lo haga, porque es posible" finaliza Jorge Cabral.

También Jorge entendió que la meta no consiste sólo en llegar a su peso ideal, sino sentirse bien con él mismo y a partir de allí con los que lo rodean.