Se adjudicaron 12 de los 29 terrenos que licitó el municipio
De los 12 adjudicados, 8 se encuentran en Pigüé donde los valores promedio oscilaron entre el 1,6 y 3,7 millones de pesos como mínimo y máximo respectivamente. Se presentaron 64 ofertas para todo el distrito, excepto en Dufaur y Goyena donde no hubo interesados. Varios aspirantes quedaron afuera por no cumplir con las condiciones del pliego.
El acto de firma de boletos de compra-venta entre el municipio y los adjudicatarios se llevó a cabo ayer.
Al respecto la asesora legal de la comuna abogada Florencia Bros dijo "Estos son los momentos felices de la gestión. Poder concretar una política pública de este tipo donde 12 familias firmaron el boleto de compra-venta que es - como dijo el intendente - el primer paso para el sueño de la casa propia, algo no menor y que nos cambia la vida".
En algunas localidades se registraron menos ofertas respecto de los terrenos disponibles aunque en Pigüé los oferentes superaron la cantidad de lotes. "Hubo gente que quedó ganadora en más de un terreno, dado que se podía ofertar hasta por tres lotes, pero luego había que elegir solamente uno" aclaró la abogada.
No hubo oferentes en Dufaur y Goyena. En Espartillar se presentó una única oferta que no prosperó por falta de documentación y en Arroyo Corto de 9 lotes solo hubo ofertas por 2.
En Pigüé el valor mínimo ofertado fue de 1,650 y el máximo llegó a los 3,7 millones de pesos, mientras que en las localidades del distrito hubo valores por debajo del millón. Aquellos adjudicatarios que ofertaron con pago contado, obtendrán un descuento del 30%.
Respecto de la experiencia llevada adelante en esta licitación pública Florencia Bros señaló que hubo muchas ofertas que no cumplieron los requisitos. "Un proceso de licitación pública es complejo y lamentablemente hubo muchas ofertas que no cumplían con los requisitos y hubo que descartarlas" indicó la asesora legal de la comuna al tiempo que anticipo que la ordenanza prevé una "segunda vuelta" por lo tanto existe la posibilidad de que se abra una nueva licitación con los lotes que quedaron sin adjudicatarios. En ese caso la idea es que la licitación se realice con algún tipo de formulario estándar preestablecido que simplifique la presentación de documentación y limite al máximo el margen de error.
Por último la abogada insistió en que el Ejecutivo comprende que esta metodología no resuelve la problemática de fondo respecto del déficit habitacional pero es una política pública que permite avanzar en el acceso a la vivienda propia.