Panadería Los Vascos: un viaje en el tiempo en Saavedra
La panadería Los Vascos, es ícono y tradición de la panificación en la localidad de Saavedra. En en 2015 Raúl Isidro la compró con el sueño de restaurarla como era en su origen, abrir sus puertas y elaborar el pan de cada día como se hacía 140 años atrás. Tras siete años de trabajo, cumplió su sueño y hoy es la segunda panadería en actividad, más antigua de la provincia de Buenos Aires.
"De ñiño me enamoré de este lugar"
"Yo lo conocía al vasco Oregui y había pisado esta panadería siendo ni siquiera un adolescente. Me había maravillado viendo el patio, la casa - que en ese momento no pude conocer desde adentro- puede acceder a la parte de trabajo de la panadería, conocía el comercio del lado del mostrador y la cuadra. Desde chico me enamoré de este lugar, la casualidad me trajo a vivir a Saavedra y no desaproveche la oportunidad" afirma Rául sobre sus motivaciones para recuperar ese espacio y su actividad.
El oficio heredado
Sobre el oficio de panadero Isidro comenta "Desde muy chico mi papá, que era panadero, me metió en la panadería. Como ocurre con el que tiene campo o un taller mecánico y tiene mucho trabajo, entonces la familia participa; más aún siendo el varón mayor. El oficio me atrapó, desde chico me gustó y me transformé en maestro panadero" recuerda.
Sobre qué es lo que más le gusta de la elaboración Raúl señala "Todo me fue conquistando de a poco. Me gusta mucho hacer facturas y pan. He aprendido con diferentes maestros a manejar bien la parte dulce y en todo lo que me fui involucrando le fui agarrando el gustito y cuando me di cuenta ya lo estaba manejando" dice.
Siete años de restauración
Sobre el tiempo que trabajó para volver a abrir las puertas de la panadería, Raúl detalla "Estuve prácticamente siete años. En un principio me dediqué al mobiliario que estaba descuidado y arrumbado en un galpón. Como todo mueble o aberturas de madera antigua, tenían capas de pintura sobre pintura, algunas al aceite que son muy difíciles de sacar. Fue un trabajo de mucha paciencia y arranqué por lo más difícil que fue la restauración de los muebles antiguos, sacando vidrios, espejos y desarmándolos sin romper nada. Esto me llevo más de un año y después empecé con el edificio" relata Raúl quién afirma que todo el trabajo lo hizo solitario porque quiso contratar gente pero "cuando veía la magnitud del trabajo nadie se quería embarcar para hacerlo".
Los vascos no es la primera panadería antigua que recupera Raúl Isidro ya que había hecho algo similar en Punta Alta con una que estaba cerrada y quedó en funcionamiento a principios del año 2000 y otra en Coronel Suárez que estuvo ocho años cerradas, la iban a demoler para transformar la esquina en una concesionaria de autos y fue recuperada también por Isidro.
Horno original
Al hablar en los cambios que trajo la modernidad con los hornos rotativos y eléctricos a la elaboración de panificados, Isidro reconoce que "esa modernidad no lo ha conquistado".
"Es complejo aprender a cocinar bien, manejando estos hornos que normalmente son centenarios pero a mí me gusta el pan cocinado a piso hecho a la antigua, sobre tablas con tendillos. Es el pan que me gusta hacer, lo como y es el que le ofrezco a los clientes. Es un pan diferente respecto a la cáscara, la miga y la durabilidad" asegura el maestro panadero.
Entrar en la panadería Los Vascos hoy es un viaje en el tiempo, pero probar sus delicias también ya que la elaboración se hace en el horno original. " Es un horno de más de 130 años que está en pie. Cuando me puse a restaurar la panadería el horno tenía algunos ladrillos caídos y en algunas partes había faltantes de ladrillos, lo que hace peligrar la vida del horno porque la bóveda se puede venir abajo ya que los ladrillos están todos trabados entre sí, entonces si se produce un hueco se viene todo abajo. No obstante tomé coraje y me metí en el horno, a pesar del miedo que me dio ya que son toneladas de material que si se te vienen encima no contás el cuento; no obstante lo pudimos arreglar, lo encendimos con la expectativa de que aguantara el arreglo y así fue, por lo que espero que tenga muchos años más de vida" comenta satisfecho por el trabajo realizado.
Exquisitas especialidades
Sobre la especialidad de la casa, Raúl Isidro afirma "Las facturas, el pan, la torta 80 golpes y todos los hojaldres como palmeritas, tortas milhojas, cañoncitos, todo elaborado a la vieja usanza, lo que da bastante trabajo pero el resultado es realmente bueno" asegura.
Mucho trabajo
"Tenemos mucho trabajo ya que a principio del año 2021 con el fallecimiento de mi papá Héctor - quién fue durante muchos años el panadero del pueblo - su clientela quedó "guacha" (como se dice en los pueblos) y se sumó a la que tenia Mario Oregui (propietario original de Los Vascos) por lo que estamos con una muy buena carga de trabajo" concluye Isidro quien se enorgullece de su panadería, donde trabaja en familia y ya forma parte del circuito turístico de Saavedra.
Entrevista en La Nación
Cabe mencionar que tras una minuciosa investigación, el periodista Leandro Vesco, que se ocupa de rescatar historias de lugares, comercios y personajes de los pequeños pueblos del interior de la provincia de Buenos Aires, escribió y publicó una nota en el diario La Nación, artículo que tuvo gran repercusión al punto que dos amigas de las propietarias de panadería Lucca, la más antigua de la provincia que data de 1885, ubicada en Luján, se acercaron a visitar el lugar, además de varios medios de prensa capitalinos que se comunicaron con Raúl Isidro para contar su historia.
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Fotos: Nota Diario La Nación.