Se jubiló Marta Díaz de Doré, encargada del HCD
Tras 36 años de servicio como empleada municipal, el pasado viernes, a sus 74 años, se jubiló Marta Díaz de Doré, encargada del Concejo Deliberante del distrito. Afectuosamente conocida como 'Martita', en el deliberativo, fue una trabajadora siempre reconocida por su amabilidad, predisposición y fundamentalmente la discreción que se requiere en un ambiente donde se debaten - a veces acaloradamente - las políticas públicas.
Comenzó su vinculación con el municipio integrando una cooperativa de trabajo como costurera para el hospital de Pigüé para desempeñarse luego en el edificio de Rodez 99 y después en las instalaciones del actual HCD, Humberto Primero y Belgrano.
"Desde 1986 empecé a trabajar en el hospital como costurera, después me pasaron al municipio a la parte del Concejo Deliberante y en 1993 cuando dije que me iba me pasaron a planta permanente" repasa Marta.
"Me hicieron una despedida y un obsequio" dice sobre su último día de trabajo. "Últimamente me levantaba mucho más temprano porque a raíz de problemas familiares no podía cumplir el horario estipulado, entonces 4,45 am ya estaba en el Concejo para poder retirarme antes. Ahora me cuesta dormir" confiesa.
"Antes el HCD funcionaba en la municipalidad y después que se hizo la nueva escuela Nº3 y le cedieron el edificio y se trasladó el Concejo a Humberto Primero 75. Estábamos trabajando con varias compañeras y ninguna quería ir para allá, entonces para no pelearnos, agarré la llave y fui yo. Era la primera vez que entraba" recuerda Marta.
"En el municipio el Concejo quedaba chico y después en Humberto Primero - que estaban refaccionando - era por demás grande. Para mantenerlo se necesitaba ayuda pero estaba sola. Pasaron a dos señores pero eran mayores así que me ayudaban en lo que podían. El edificio era todo antiguo, había baños solamente en los dos bloques. Después se hicieron los del pasillo porque cuando había eventos se complicaba con tanta gente" describe.
Muchos cuerpos deliberativos pasaron, diferentes concejales, partidos, alianzas, coaliciones, secretarios de bloques… cómo fue cambiando la actividad en el Concejo con los años y qué se requiere para adaptarse, Marta lo relata con un poco de humor.
"Siempre digo casi en broma que cada dos años se necesita un psicólogo porque cada dos años cambian las autoridades y te dan distintas maneras de trabajar y uno se tiene que adaptar. Yo lo hacía como podía. Decía que sí y después lo hacía como venía haciéndolo siempre" afirma entre risas.
"Antes los concejales eran más estructurados, más acartonados" recuerda al referirse a sus inicios al tiempo que menciona algunos ediles y trabajadores del HCD con quienes ha mantenido el vínculo: Malena Rivas y su esposo Cacho, Hugo Domenicale, Tato Metzler (que aún es secretario de bloque), Oreste Beltrachini, Sergio Marti, Andrea Camandona, Julio Rodríguez. Además - de la actualidad - destaca a Jorge Orsi (secretario de bloque de Unidad Peronista) quien "me ayuda mucho con la tecnología" expresa.
Sobre su famoso café, que siempre servía durante las sesiones del HCD a los ediles, técnicos de sonido y la prensa; Marta sostiene "Pedía el orden del día para ir viendo por dónde iban".
"Cuando recién empezamos en Humberto Primero 75, después de las sesiones se hacían tremendo asados. Ahora cambió y en vez de juntarse en el fogón municipal se van a un restaurante y cada uno paga lo suyo. Antes no se de dónde salía la plata pero se hacían" dice con una sonrisa pícara.
Al hablar de las discusiones que naturalmente se dan en los bloques políticos donde algunas veces puede existir un tono de voz elevado o algún epíteto o comentario "demasiado enfático"; Marta no duda en responder "En oportunidades se escuchan pero creo que yo duré en ese lugar por se sorda, ciega y muda. Una obviamente escucha cosas pero de ahí no salen. Imagino que la persona que venga ahora tendrá que ser alguien que se amolde. Tiene que ser alguien muy responsable y de mucha confianza porque además tenés las llaves de todos los bloques. Eso es lo más pesado que llevaba en la cartera" asegura.
En cuando a los aspectos que no le gustaban tanto de su labor, Marta señala "Cuando se armaban reuniones repentinas. Sonaba el teléfono en casa y me decían 'tenés que venir'. Eso no me gustaba mucho. Hace un tiempo atrás había conflicto con los remiseros, un domingo estaba haciendo la comida en mi casa, pero sonó el teléfono (no había celulares) y me dicen que a la una menos cuarto de la tarde tenía que ir a abrir porque había una reunión de taxistas. Antes sonaba el teléfono y tenía que salir" comenta al tiempo que recuerda algunos momentos tensos que se vivieron en el HCD como conflictos con los trabajadores municipales o los reclamos de la crisis del 2001. "Fueron momentos muy difíciles porque la mayoría de los concejales se iban antes pero el Concejo quedaba abierto hasta las 14 hs. y la gente que estaba en la plaza ingresó al HCD. Yo estaba solita ahí y aunque nunca me dijeron ni una palabra de mas, el solo hecho de estar ahí me ponía nerviosa".
No obstante, Marta destaca "El trato con la gente de adentro del Concejo siempre ha sido muy bueno. No me puedo quejar. Hubo siempre muy buen compañerismo" sostiene Marta Díaz y finaliza su relato recordando otros momentos que fueron emotivos. "El último que me acuerdo fue el reconocimiento a Alfredo Arley que fue un gran compañero y estuvo también Gloria Diez, que se había jubilado y eso me emocionó" concluye Marta Díaz de Doré.