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30 de Enero de 2025

Hoy te invito

Hoy te invito

Hoy te invito a pensarnos, a salir de nuestro individualismo, a pensarnos como personas dentro de una sociedad, sin importar el partido político al que pertenezcas o con el que te sientas representado.

Hoy te invito a ser empáticos, a poder salir de la burbuja en la que cado uno está inmerso y reflexionar sobre lo que está pasando. Porque no se trata de una simple opinión o de una frase desafortunada, sino de un discurso de odio que normaliza la violencia, estigmatiza identidades y perpetúa desigualdades.

Comparar la homosexualidad con la pedofilia, querer eliminar el concepto de femicidio, prohibir el acceso a la ESI, no es solo un acto de ignorancia, es un ataque directo a los Derechos Humanos.

Este tipo de declaraciones refuerzan prejuicios, avivan la discriminación y ponen a muchas personas en el centro de un odio que ya se ha cobrado demasiadas vidas.

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Estas declaraciones no las hizo cualquier persona, las hizo la persona que nos gobierna.

Callar frente a estos discursos es permitir que se legitimen, que se expandan y que sigan justificando la exclusión y la violencia. Cada vez que lo permitimos, damos un paso atrás en la construcción de una sociedad justa y respetuosa, no retroceder es un deber colectivo.

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Repudiarlos no es una cuestión política, sino ética y humana.

Cada uno de nosotros tiene la posibilidad de construir, inspirar y transformar para crear realidades más justas y empáticas.

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Involucrate, acércate, escucha distintas voces. No te quedes adormecido desde tu comodidad. ¿Por qué sabes cuál es el problema de no pensar en el otro? Que muchas veces el otro termina siendo uno.

Para finalizar quería compartirles un fragmento de Primo Levi, escritor italiano, sobreviviente del Holocausto:

 

“no empezó con las cámaras de gas. No empezó con los hornos crematorios. No empezó con los campos de concentración y exterminio. (…)

Comenzó con políticos dividiendo a la gente entre “nosotros” y “ellos”. Empezó con discursos de odio e intolerancia, en las plazas y a través de los medios de comunicación. (…)

Comenzó cuando la gente dejó de preocuparse por eso, cuando la gente se volvió insensible, obediente y ciega, con la creencia de que todo esto era “normal” “.

Hablemos de progreso, esperanza y equidad.

Basta de odio.

 

Mariana Heiland

31.215.640