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22 de Septiembre de 2021

Carlos Salas y el oficio de tintorero

Carlos Salas y el oficio de tintorero

Carlos Salas es uno de los “sobrevivientes” del oficio de tintorero, actividad que se ha reconvertido en parte, y con una vinculación con la actividad de medio siglo, el “flaco” como se lo conoce ya a los nueve años pedaleaba su Puan natal para entregar las prendas de la tintorería El Jefe que era propiedad de don Raúl García, de quien aprendió todos los secretos de la profesión.
Hoy se celebra el día del tintorero, y Salas hace mención a que se encuentra nuevamente trabajando a tiempo completo en su local comercial tintorería La Reina, ya que quien está tomando la posta, su hija Carla fue mamá hace unos días.
“Parece mentira que hace cincuenta años que estoy vinculado a las pilchas como le decimos nosotros”, cuenta y que en los inicios repartía ropa ya sea en la típica bicicleta con el canasto grande delante o bien con una percha sobre el hombro para que no se arrugara, “un traje recién planchadito había que llevarlo así, no se podía meterlo en una bolsa”, narra y que era común comenzar a trabajar desde tan chico para llevar un pesito a la casa.
“Iba a la escuela 2 por la tarde y a la mañana repartía la ropa de la tintorería, después fui creciendo dentro del comercio, comencé a trabajar en el sector máquinas con la limpieza de ropa, y el planchado que iba aparte, aprender que se podía mezclar y lo que no, con aquellas máquinas verdes a solvente que dejaban el típico olor, algo que ya no existe”, dice y que hoy las telas han cambiado mucho, la mayoría de las prendas hay que limpiarlas con agua, “antiguamente había muchas prendas de lana, que si las mojabas y después le dabas calor no se podían usar más porque se achicaban, si todavía queda lo que tiene que ver con el paño, algunos sobretodos, los tapados como los llamamos o trajes que se deben limpiar a seco”.
“Ya casi no quedan tintoreros, cuando llegué a Pigüé en el año ’79 estaba Jorge Acosta, don Ibarra y don Merquel, que hoy creo continúa su señora que quiero enviarles un saludo, porque en otras épocas de mucho trabajo era frecuente que nos enviáramos pilchas para limpiar y así cumplir a tiempo con nuestros clientes”, dice sobre sus colegas y que es un oficio donde quedan muy pocos y como ejemplo señala que en Puan ya no hay.
“El oficio de tintorero lo llevo muy adentro, es algo que me gusta hacer y quiero saludar en este día a mis clientes y colegas”, dice finalmente Carlos Salas.

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