Editorial
15 de Mayo de 2020

CINCO HORAS, Y AL FINAL: CHORIZO.

CINCO HORAS, Y AL FINAL: CHORIZO.

(por Walter Ditrich).- Iban casi cinco horas de sesión en el HCD. Había pasado la mañana, el mate individual en las bancas de los concejales y me había tomado un termo entero yo solo. Los temas transitaban por el desinterés periodístico, en el horario de un almuerzo que no fue y entrando ya en territorio de siesta.

Se había discutido media hora si pedirle al Banco Provincia que omita al token de las cuentas y como corregir un proyecto poco viable. Hubo más de un debate sobre cómo mejorar proyectos mal redactados o que terminarían en la nada por navegar fuera de las competencias municipales.  El colmo fue el proyecto que le pedía al Ejecutivo (Notararigo)eleve,  al Ministerio de Justicia y al Ministerio Seguridad de la Provincia de Buenos Aires  un informe escrito sobre  los detenidos con prisión domiciliaria en el distrito”. En realidad, se debería pedir que esas reparticiones provinciales respondan  un informe y no a Notararigo “elevar un informe a la Provincia”.

Después, vinieron cuarenta minutos  de chicanas sobre el nuevo pozo de la planta de reciclado donde los unos les piden informes a los otros sobre lo que ellos nunca hicieron. Y  los otros se quejan porque los unos ahora se preocupan en preguntar.

En medio,  quedó para estudiar la eximición de tasas a comercios afectados por la pandemia.  Por fin hubo acuerdo en sugerirle al Intendente conformar el Comité de Crisis (aunque se debió corregir el proyecto por no cumplir con la ley orgánica municipal). Se pidió mejoras en la atención del ANSeS y el PAMI, y se acordó que este sea considerado el año de Manuel Belgrano. Hubo discusión por el aumento salarial a empleados del Congreso de la Nación y finalmente con voto dividido se decidió repudiar esa decisión de CFK Y Sergio Massa, porque Juntos por el Cambio consideró que, “está disociado de la realidad el aumento de 69 mil pesos para empleados de un Congreso que estuvo cerrado.. Expresamos nuestro malestar por esta situación”. 

Pensé que cada vez más, la clase política de disocia de la sociedad. Y es un problema. Porque la sociedad democrática necesita más y mejor política para salir adelante. Pero seguí esperando. La esperanza es lo último que se pierde. Se propuso el nombre “Altos del Aero Club” para un barrio, controlar la alta velocidad en la zona  y volver a colocar los nomencladores de las calles que se sacaron por obras. Pidieron mejor internet para la sala de Goyena y cosas por el estilo. Se propuso aumentar la partida para microcréditos y el oficialismo consideró innecesario que el Municipio se inmiscuya en el congelamiento de los alquileres.

La casa de la democracia había comenzado a sesionar con los 14 ediles alrededor de las 9 de la mañana. Ya estábamos llegando a las 14hs. Y más allá de algunas intenciones que quedaron en estudio, todavía no se había aprobado nada concreto para cambiarle la vida a los vecinos para mejor. Al final del orden del día, se proponía que el Municipio adhiera al pedido del Presidente Fernández y participe en el control de precios.

Pensé: ahora sí.  Mañana les podré informar a los vecinos que sus representantes acordaron como ayudarlos para que no les sigan extrayendo las vísceras cada vez que se acercan a una góndola.

Hace unos cuántos días, el Presidente anunció precios máximos y firmó un decreto para que los municipios sean autoridad de aplicación y controlen ese tope. Aquí, el propio intendente dijo que era imposible controlarlo y aclaró que ni el gobierno nacional podía cumplirlo. Es cierto,:  el Ministerio de Arroyo compró caro y mal alimentos para asistencia social y terminaron eyectando a los responsables.

Desde la Defensoría del Pueblo dijeron que no tienen poder de policía, y más allá de algunas declamaciones de varios sectores, lo concreto es que la remarcación crece en el distrito más que el coronavirus. Los vecinos se quejan repetidamente.  Hay comerciantes que culpan a la intermediación, pero comprando al mismo proveedor encontrás 40 pesos de diferencia en un paquete de yerba a cinco cuadras de distancia. O nos llama un oyente para decir que le pidieron 1.000 pesos por una garrafa, que el mayorista vende al público a 400.  Góndolas sin precios, o con precios desactualizados y aumentos continuos y constantes.

Mientras tanto:  pandemia, crisis económica, bolsillos flacos y los vivos de siempre cazando en el zoológico.

El martes, el gobernador Kicillof llamó a conformar un voluntariado, entre otras cosas, para controlar precios.  Ahora sí, volví a pensar. Si Notararigo no toma la decisión política, si la Defensoría del Pueblo no puede; entonces la oposición formará  el voluntariado para que no nos sigan metiendo la mano en el bolsillo.

Leo que en Suárez, el intendente firmó con los almacenes de barrio un acuerdo de precios local de diez productos básicos. Es algo. Demuestra una intención.

Tras cuatro horas y media de sesión en el HCD llega el turno del proyecto del control de precios. La Secretaria del cuerpo lee:

“Artículo 1º: Solicitase al Departamento Ejecutivo Municipal, adhiera al Decreto de Necesidad y Urgencia 351/2020, por el cual se le otorga autoridad para la aplicación de la Ley de Defensa de la Competencia (27442) y poder controlar así el incremento de los precios en los comercios de cercanía.

Artículo 2º: Solicitase al Departamento Ejecutivo Municipal, haga cumplir con carácter obligatorio la publicación en exhibidores, góndolas y mostradores, de manera visible para los consumidores, la herramienta digital de búsqueda de Precios Máximos y de Referencia del gobierno nacional, preciosmaximos.argentina.gob.ar/#/, como así también, algún instrumento de comunicación para realizar en tiempo real el reclamo correspondiente para los casos de incumplimiento con lo establecido por las leyes de control de precios.

Artículo 3º: Solicitase la implementación de las medidas necesarias para garantizar la inspección en el fiel cumplimiento del control de precios y abastecimiento en el Distrito de Saavedra-Pigué.

Artículo 4º: Solicitase que a través del concurso de la Secretaría de Inspección y la participación extraordinaria que considere necesaria se proceda a la fiscalización de los comercios a fin de hacer real y efectivo el cumplimiento de la normativa vigente”.

Más adelante, hasta se propone el destino de multas que se pudieran cobrar.

El concejal Castelo, del Frente de Todos argumentó el proyecto de su bloque. Explicó que hace 20 días recorrieron cuatro súper no orientales de la ciudad, . En  40 productos relevados, sólo 8 estaban por debajo del tope legal , siete cumplían y el resto superaba el límite de precios. “Kicillof, impulsa el  programa del  Voluntariado” dijo Castelo y consideró que “ no es  para ser coercitivo,  sino para controlar también hacia arriba”

Desde Juntos por el Cambio, la concejala García aplicó la  mayoría de esa bancada y le bajó la persiana al proyecto. “No vamos a apoyar. Este decreto es una norma de orden público, no necesita de adhesión del municipio. El Presidente no sólo delega a lo loco en los intendentes sus facultades.. Le exige a los intendentes lo que no puede hacer la Nación para sacarse el lazo de encima…”.

Nadie discutió.

Kri kri kri.

Chau al control de precios. Adiós a la esperanza de un proyecto concreto para solucionarle un poco la vida al vecino.

Estaban todos cansados. La verdad es que yo también.

Terminó la sesión. Repasé todo el orden del día y las cinco horas de sesión. No encontré demasiadas buenas noticias para comunicar. Pensé en cuando se dijo que los “69 mil pesos del aumento a los empleados del Congreso estab disociado de la realidad”.

Me quedé evaluando si nuestros representantes locales están  sintonizando con la realidad de la mayoría de los vecinos.

El control de precios es un botón que sobra para muestra. Quizás, legalmente no correspondía adherir al decreto y bla bla bla. Pero hay algo que se llama DECISIÓN POLÍTICA. Si existiera, se buscaría alguna forma de proteger el bolsillo de los vecinos.

14 concejales. 5 horas de decisión. Mucho gre gre para decir Gregorio  y al final:  chorizo.

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