«Estamos a 10km de El Bolsón. Nosotros fuimos convocados por nuestro coordinador de Santa Rosa, Provincia de Buenos Aires y Mendoza. Somos un grupo de 34 personas, con gente de Mendoza, Tornquist, Monte Hermoso, Dorrego y vinieron chicos de Miramar… Acá se sectoriza el trabajo y te mandan a un lugar del cerro y trabajás ahí hasta que está liberado», dijo Nicolás Fermani, bombero pigüense vía telefónica.
Fermani, se hallaba descansando en un gimnasio municipal junto a otros 120 servidores y preparándose para subir a combatir el fuego. En ese momento, sus tres compañeros pigüenses se hallaban en plena tarea.
Primeramente, los bomberos locales iban a volar a Chile para combatir incendios allá, pero a último momento los mandaron a Chubut.
«Nosotros ascendimos al mediodía porque llegamos a las 6hs del jueves y ya a las 12hs subimos a trabajar. Yo seguí toda la noche de guardia con los chicos de Monte y de Miramar. Los compañeros nuestros descansaron y nosotros ahora al revés, descansamos cuando ellos están arriba», dio Fermani.
Describiendo que el cerro afectado «está lleno de pinares. En nuestra zona se trabaja más porque corremos atrás del fuego para apagar pajonales. Acá lo tenemos que esperar y preservando las casas. Se arman una bombas que vienen para forestación porque acá hay muchos arroyos. Tomamos agua de ahí y con eso enfrentamos el fuego para preservar las casas en el medio de la montaña».
«Del pueblo está toda la gente mirando hacia arriba porque se ve clarito. Es el cerro que ellos tienen a la vista. El lugar es inaccesible, encima los aviones hidrantes están complicados para volar», aseguró Fermani.
«Lo que ocurre es que cuando apreta el sol el incendio se pasa de copa en copa de los árboles y ruedan los troncos encendidos y pasan los caminos, por lo que nos pasa el límite… Nos llevamos unas cuantas corridas para salvar algunos lugares», dijo el bombero. Asegurando que, «estamos muy bien, está bien organizados, nos dan bien de comer, descansamos y tenemos todos los elementos». «Es la primera vez que enfrentamos un fuego así, es otra experiencia. Lo más parecido fue el 2008 en Sierra de la Venta. Pero después es nuevo para todos» finalizó diciendo Fermani.
La situación
El informe de la Municipalidad del Hoyo, da cuenta de que, se complican las de control, «con temperaturas medidas en el área del incendio de hasta 35 grados centígrados, humedad relativa menor a 15 % y vientos de hasta 20 km por hora. El fuego adquirió como consecuencia comportamiento extremo superando en algunos sectores los trabajos realizados e incrementando significativamente el área afectada con nuevos frentes de avance del fuego para combatir. Se desarrolló una columna convectiva de grandes dimensiones que arrojó focos secundarios alcanzando la ladera Este del Cerro Pirque. Por otro lado la actividad fue incrementada en todos los sectores del incendio; en el cordón Derrumbe superó el filo descendiendo en forma constante por la ladera oeste».
«Teniendo en cuenta esta situación, se estableció un esquema de seguimiento de las condiciones y cambios de comportamiento del fuego, mediante observadores en los frentes del incendio donde combaten las brigadas, bomberos voluntarios, oficiales de seguridad, meteorólogo, y un cuidadoso esquema de comunicaciones que de la mayor seguridad al personal de combate».
El control
Sobre el foco de la ladera este del cerro Pirque se realizaron lanzamientos con los aviones hidrantes, pero los vuelos debieron suspenderse por la escasa visibilidad y las corrientes descendentes.
Continúa el operativo de ataque ampliado, con alrededor de 300 personas, 200 en la línea y 100 de apoyo y logística. También trabajan un helicóptero, dos topadoras, una motoniveladora, una cargadora y 9 cisternas.
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