«Creo que fue mi mejor carrera a nivel nacional, por el modo. Largando octavo y llegando primero», resumió Emiliano González anoche cuando regresaba de Río Cuarto con la segunda victoria cosechada en cuatro carreras. Más un podio y un abandono.
La historia no había comenzado bien porque en la serie «venía ganando en la serie más rápida y en la última vuelta empezó a fallar por un problema en la nafta. Encontramos mucha suciedad en la nafta, no sabemos si venía así o teníamos problemas en el tanque y se trabajó hasta tarde para solucionarlo».
Desde el octavo lugar, González largó con 40 kilos de lastre porque venía de ganar en Olavarría, por lo que su expectativa era «ir para adelante. Sabíamos que teníamos un auto muy bueno, pero no sabíamos hasta donde llegaríamos. Si me decías que íbamos a ganar, no te creía. Y se dio».
Cuando se le preguntó por qué marca diferencias en una categoría donde recién llegó y ganó 2 de 4, González asegura que, «la diferencia está en el conjunto, en el auto, el chasista, el motorista, el jefe de equipo. Todos ponemos nuestro granito de arena para que las cosas salgan bien. Y se están dando mejor que lo planeado».
González ganó la carrera de ayer a poco del final, cuando el puntero se fue afuera en un lugar muy rápido y el pigüense pudo zafar de milagro. «Yo salí más rápido de la curva anterior y cuando estamos doblando a la izquierda veo que el auto de él se pone de costado y yo corro el mío a la derecha para que no me toque a mí. Y se fue. Después hablando con él, dijo que se chocó el piano y se le puso el auto en dos ruedas. Yo pasé justito, fue muy finita».
Habiéndose bajado de la Clase 2 del TN, González dice que la gran diferencia con el Gol que ahora conduce es «la falta de auto blocante y que la potencia son 25 caballos menos que también se nota».
Finalmente, a pesar de haber arrancado 5 fechas tarde, González dice que la expectativa es «ganar la mayor cantidad de carreras que se pueda y si llegamos a fin de año con posibilidades de pelear el campeonato, bienvenido sea».