• FUSDAI apunta a la plena inclusión familiar, escolar, laboral y social de la persona con Síndrome de Down. Se brindó una capacitación para docentes el fin de semana en nuestra ciudad.
La Fundación Síndrome de Down para el Apoyo e Integración (FUSDAI) es una organización sin fines de lucro de la ciudad de Córdoba, creada en 1990 por un grupo de familias de niños y adolescentes con síndrome de Down. Buscamos romper prejuicios y viejos esquemas, promoviendo una real y plena inclusión de estas personas en la familia, la escuela, la sociedad y el ámbito laboral.
Hoy, FUSDAI es reconocida a nivel nacional e internacional por su actividad sistemática y por la calidad de los resultados obtenidos en la integración al Aula y a la Escuela Común de niños y adolescentes con Síndrome de Down y con otras necesidades especiales, por la promoción y generación de nuevas asociaciones y equipos de apoyo a la integración escolar y por la capacitación de docentes y profesionales vinculados al tema.
En este sentido, y a través de la inquietud de padres de niños con Síndrome de Down de nuestra ciudad, el pasado viernes y sábado se realizó una capacitación en instalaciones del Colegio La Salle, destinada a docentes.
La Presidente de FUSDAI, María Eugenia Yadarola calificó la jornada de muy positiva. «Lo más importante es buscar estas instancias para iniciar un cambio en la transformación para que las escuelas se hagan inclusivas, acepten a niños y jóvenes con discapacidad en sus aulas porque pueden aprender, porque son capaces, pero especialmente porque es un derecho que tienen, y es hoy un derecho reconocido en nuestra ley, así que creo que lo bueno es que fuimos construyendo el como podemos hacerlo factible para nuestros niños y jóvenes con discapacidad».
La representante de la Fundación aclaró que los docentes tienen las herramientas para incluir a un niño Down en la clase, aunque es necesario «enfocarlas», es que es un proceso de aprendizaje también, aprender a mirarse a así mismo como docentes que tienen que repensarlas.
Indicó además, que la experiencia de la Fundación en Córdoba marca que niños y jóvenes se encuentran plenamente incluidos desde nivel inicial hasta el secundario, y que los docentes se han hecho cargo y se han responsabilizado y logrado que tuvieran avances en cada una de las materias. Y opinó que « creo que es parte del proceso de transformación que es importante iniciarlo en algún momento porque de hecho da muchos beneficios, hoy vemos que tenemos jóvenes con Síndrome de Down que son periodistas, que han podido seguir carreras terciarias, como secretarias ejecutivas, que están incluidos laboralmente como cualquier otro joven, y todo esto es gracias a que una sociedad le ha dado la oportunidad a una familia, a una escuela». «Por eso creemos que esto es importante, porque nos muestra un futuro distintos a lo que estábamos acostumbrados a pensar en relación a un niño o joven con discapacidad»; señaló María Eugenia Yadarola.
Con las familias
FUSDAI buscar fortalecer y asesorar a la familia del niño con síndrome de Down recién nacido, compartiendo vivencias y experiencias alentadoras, y una información actualizada. De este modo realizan reuniones mensuales entre padres, charlas informativas a cargo de profesionales y especialistas; y encuentros informales entre familias.
Asimismo colaboran con el Juzgado de Menores en la búsqueda de familias sustitutas y padres adoptivos para los bebés con síndrome de Down abandonados.
Por otro lado, y haciendo referencia a la comunidad educativa, alumnos y sus padres; la especialista, manifestó: « La verdad es que no hemos tenido muchas dificultades con las familias de otros niños, al contrario, en general los han recibido muy bien, salvo algunas excepciones, creo que una de las cuestiones es que pensamos que la inclusión modifica a todos en la escuela porque le ayuda a sus compañeros a vivir las diversidades de otra manera, a aceptar las diferencias, a ser más solidarios, a vivir los valores de respeto y justicia». «Creemos que esa vivencia de valores los ayuda a formarse como seres humanos, más allá de una formación sólo en contenidos; entonces creo que cuando hablamos de inclusión, estamos formando una sociedad mejor y creo que eso se vive en un aula inclusiva, donde hay niños con o sin discapacidad, donde todos los chicos se ayudan mutuamente, donde se promueve, desde el docente. Estas actitudes solidarias, creo que esas son las responsabilidades futuras, de crear estas comunidades más inclusivas en beneficio de todos, no solamente de ese niño que tiene síndrome de Down».
María Eugenia Yadarola señaló también que la visión de FUSDAI es que todos los niños deben ir a una escuela común; si bien se habla de chicos que son integrales o no, desde la Fundación, existe un convencimiento, de que la integrabilidad de un niño no depende del déficit que tenga o su dificultad, sino de que el contexto que le quiera dar la oportunidad o no.
«Cuando les damos la oportunidad, vemos que los chicos pueden, y a veces vemos que hay contextos que son más fáciles, o menos fáciles. También los padres suelen frustrarse, porque se cansan de luchar contra las barreras, los obstáculos, las dificultades, y a veces son ellos los que resuelven mandarlos a Escuela Especial, nosotros les decimos que tienen que tratar de no bajar los brazos y seguir buscando y peleando, quizá no es una escuela, pero es otra la que abre la puerta».
La Ley
Ante la consulta si la escuela tiene obligación de recibir a un niño con síndrome de Down, la Presidente de FUSDAI, aclaró que se trata de una ley y que existe la obligación, pero que aún, en realidad no se impone. «Todavía no hay nadie que les diga que lo tienen que hacer, a no ser que les haga un juicio porque no recibieron al alumno, de hecho el padre tiene ese derecho, ha pasado mucho en Córdoba y otras provincias, este proceso de inclusión, por ejemplo, en Estados Unidos, se inició a causa que los padres, hicieron juicio a las escuelas especiales por no haber respondido a las expectativas que pensaban que debían tener; tanto en cuanto a sus aprendizajes, como a su socialización, y todo el proceso se inició en la década del ´70 en Estados Unidos, justamente a raíz de los juicios que realizaron los padres demandando una educación de calidad».
María Eugenia Yadarola afirmó, además, que en Canadá, Italia y Noruega ya no existen las escuelas especiales, y que la idea que estas instituciones se conviertan en Centros de recursos que apoyen a las escuelas comunes en sus procesos de inclusión, por lo que seguirán teniendo trabajo.