Por la crisis sanitaria de nivel mundial, internos de la Unidad 19 de Saavedra decidieron aprovechar el tiempo de ocio para la educación a través de la biblioteca móvil instalada en el penal.
El carrito literario arribó meses atrás en el marco de un programa para favorecer el conocimiento. Actualmente, recobró su valor, ya que los privados de libertad disponen de tiempo libre y no reciben visitas, por el aislamiento social obligatorio y la restricción que ellos mismos se impusieron para protegerse y cuidar a sus familias.
“La biblioteca se moviliza periódicamente entre los pabellones”, contó el director de la Unidad 19 de Saavedra, Marcelo Bagaloni. El procedimiento habitual consiste en entregar el libro solicitado. Luego de ser leído, se cambian o devuelven generando así una cadena de lectura permanente.
Por su parte, el jefe del Complejo Penitenciario Sur, Fabián Vázquez, recalcó la importancia de acompañar a los privados de libertad en los buenos hábitos.
