Ni bien el árbitro pitó el final de la victoria de Racing en su estadio ante Godoy Cruz, las calles de Pigüé comenzaron a llenarse de bocinazos y colores blanqui celestes. Es que después de 13 años, Racing se consagró campeón del fútbol argentino.
Como pasó en el 2001, los racinguistas se congregaron en la Avenida Casey, le colocaron la camiseta de su club a la estatua de Cabanettes y, repidiendo aquel festejo, una estrella albiceleste que aportó “Don Tamagno” sirvió como insignia para la celebración.
Porque esta noche en Pigüé, como a lo largo y a lo ancho del país, brilla blanca y celeste “la academia Racing Club!”