Nicolás Gisler, el pibe del CEF que está en la selección argentina de handball
Lo que comenzó como una tímida ilusión con aquellas concentraciones regionales donde se fueron decantando los mejores, culminó de la mejor manera para Nicolás Gisler, el pibe de 14 años formado en el CEF hoy en Tiro Federal de Bahía Blanca, quien fue elegido para integrar la selección B de la Confederación Argentina de Hándball logrando el subcampeonato del torneo internacional Menores Centro Sur que agrupó a selecciones sudamericanas y que se disputó en Mendoza.
“Estuvo muy bueno el viaje, el lugar, todo, y disfruté un montón y aprendí mucho, con el dt y los jugadores”, cuenta Nico quien agrega que tras varias concentraciones, la última en Chacabuco donde se conformó la lista definitiva aunque no lo supo enseguida.
“No dijeron nada ahí”, dice y que se enteró en su hogar, “y me lo dijo mi papá, y fue una tremenda alegría”.
Aseverando que hubo buena onda con el grupo que conformó la selección nacional, con muchos integrantes de Femebal del conurbano y CABA, y si bien dice estar conforme con su rendimiento confía en tono autocrítico “pude haber dado más”, pero que fue un orgullo poder culminar subcampeón y solo perdiendo con Argentina A, ganando el resto de los compromisos ante Brasil que fue el nervioso debut, Uruguay, Paraguay y Chile.
Fueron seis días de dura competencia, aunque Nico tuvo el apoyo de buena parte de su familia y afectos encabezada por su papá Juan Pablo, Ezequiel uno de sus hermanos acompañado de su novia Aynara y la entrenadora Aylin Piccolini, quienes lo acompañaron desde el primer cotejo hasta el último, mientras mamá Claudia sufría a la distancia siguiendo los partidos por el canal de youtube de la Confederación.
También apunta que no sufrió tanto en lo físico en esta competencia pese a jugar todos los días y destaca que en Argentina A y Brasil vió buenos jugadores.
Asegura que pese a las ausencias justificadas su rendimiento escolar es bueno, “ya aprobé todas las materias” dice y que el handball es algo muy importante, “yo juego al handball desde los siete años acá en el CEF, la mitad de mi vida”, apunta finalmente con una sonrisa que siempre lo acompaña así como el inocultable orgullo de calzarse la camiseta de la selección argentina.
