Si bien la cosecha no comenzó a pleno, nos encontramos a las puertas de una campaña que se anuncia como regular y con resultados dispares; la temporada estuvo señalada por un intenso estrés hídrico y fechas de siembra distanciadas en el distrito.
En el informe brindado por uno de los Ingenieros Agrónomos de Cooperativa La Alianza, Guillermo Moulen, dijo que comenzaron a realizarse algunas pruebas de trillage pero que las precipitaciones hicieron que se detuviera la condición de cosecha.
«Esos lotes que están comenzando a trillarse no son de los mejores. Son los girasoles que se han sembrado muy temprano, y han tenido un estrés hídrico y térmico muy grande, estos lotes están en las zonas donde ha llovido menos, entonces el cultivo ha sufrido, y los resultados van a ser muy variables. Pero en general van a ser regulares, ha habido una ocurrencia de precipitaciones que, para ese cultivo llegó demasiado tarde. Es que no nos tenemos que olvidar que tanto diciembre y enero fueron meses muy duros, de mucha temperatura y casi nada de agua, y en febrero llovió sólo en algunas zonas. Osea fue muy variable»; indicó Moulen.
El profesional reconoció que, teniendo en cuenta el panorama analizado, igualmente, se darían resultados aceptables: « se podría decir que por lo que fue el año, se podrá llegar a rendimientos aceptables, pasó al revés que el año pasado cuando hubo cultivos muy lindos visualmente porque enero había sido muy bueno, pero febrero se había cortado y rindió menos de lo que aparentaba, este año creo que va a ser al revés, parecía que iba a ser mucho peor, y algunos datos que están llegando de algunos lotes, no son tan malos».
Igualmente el profesional reconoció que el desarrollo del cultivo sucedió en la peor condición, tanto hídrica como térmica, ya que se dio un período extenso de altas temperaturas las que provocaron quemado de capítulos, pero, a pesar de tener pequeños capítulos, se encuentran granados.
Los resultados aun no están a la vista, pero según la estimación del Ingeniero Moulen, los rindes rondarían entre 800 a 1200 kilos en el inicio de la presente cosecha. A la hora de hacer los números, estos rindes podrán ser aceptables, regulares o malos, según la tecnología aplicada o si se sembró en campo propio o arrendado. « Creo que son rendimientos en los que se puede quedar hecho y en algún caso se puede ganar algún peso. Ante lo que pasó en la temporada, como se fue desarrollando el cultivo después de la primavera, parecía que iba a ser cero el final, una pérdida total, y eso sí es grave porque es mucha la inversión que se hace por hectárea, ya si da algo positivo, aunque no sea lo ideal, no es un golpe fuerte»; alentó Guillermo Moulen.
Habrá que esperar al final de la trilla para conocer resultados finales. En relación al área sembrada la temporada actual fue similar a la anterior.
Soja y sorgo
Las lluvias que se registraron en los últimos días, aunque no significaron un beneficio para el girasol, sí lo fueron para la soja y el sorgo.
«Para las sojas y los sorgos que se han mantenido vivos y no han sido dañados fuertemente, esta agua viene muy bien, inclusive la que ocurrió la del 1º de marzo, la más importante, en la soja fue realmente importante. Si bien hubo ya varias etapas de definición, nos queda la última, y fundamental, que es la de llenado de grano, ese grano que viene evolucionando de a poco, con este agua y si no viene una helada temprana, la soja, a menor ritmo igualmente continúa el llenado, lo cual es de resaltar porque vamos ganando kilos que pueden ser claves»; señaló Moulen.
Por otro lado destacó el beneficio que aportaron las precipitaciones para la implantación de los verdeos de invierno y para acumular humedad para la siembra de trigo y cebada, si es que están realizados los barbechos.