El atleta Sebastián Ferreyra sufrió las prácticas de los novatos jueces brasileños en un Open que se desarrolló en el vecino país y donde el pesista paralímpico, que compitió cinco categorías de peso corporal por debajo de sus inicios deportivos, luego de una excelente y ardua preparación, fue víctima de las prácticas de los jueces locales. También padecieron las malas determinaciones sus compañeros de equipo, el conjunto chileno y, sobre todo, los mismos brasileños.
Según se comenta en la página web de la Fundación Fuego Sagrado «En lo que significó, según palabras del entrenador del seleccionado paralímpico de pesas, Matías Bernatene, “el torneo más extraño al que haya asistido”, el Comité Paralímpico Brasileño (CPB) hizo una apuesta fuerte en la 3° Fase Nacional del Circuito Loterías Caixa de Atletismo, Halterofilia y Natación 2012, disputada en Fortaleza. El ente organizador del certamen capacitó a sus jueces de levantamiento de pesas, quienes tomaron decisiones desacertadas respecto a los competidores.
En categorías integradas por cinco pesistas, apenas uno de ellos contó con uno solo de sus intentos como válido. En la mayoría de los casos, los atletas subían correctamente los pesos solicitados pero los jueces los consideraban nulos.
Más grave fue el caso de Sebastián Ferreyra, oriundo de Pigüé e integrante del gimnasio Fuego Sagrado. Ferreyra logró un primer intento perfecto, que lo ubicaba con buenas perspectivas a alcanzar una medalla. Sin embargo, esa posibilidad se desintegró de un momento a otro. Quizás porque el técnico argentino detuvo la competencia para realizar los reclamos formales o por los nervios de los jueces locales que intentaron aplicar sus nuevos conocimientos, el propio equipo argentino sufrió el peso de las pruebas desarrolladas en el país vecino, de importante valor en la preparación para las grandes citas que empiezan a asomar en el calendario a mediano plazo, con un asterisco especial en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016.
En ese contexto, el esfuerzo y la preparación de Sebastián Ferreyra no tuvieron su recompensa. Luego de bajar casi 30 kilogramos para representar a su país en una categoría más competitiva –hasta 75 kilogramos-, el pigüense padeció las injustas determinaciones de los jueces. Sin embargo, al igual que los demás atletas de la Fundación Fuego Sagrado, no se apagó durante la tormenta y ya piensa en dar revancha en los próximos desafíos. Tanto en Sebastián, como en su entrenador Matías Bernatene, la motivación es una característica que les sobra para encontrar desafíos dignos, que serán buscados con esfuerzo y pasión.» culmina señalando el sitio.