Automovilismo
21 de Agosto de 2019

Tras el accidente: "No pienso volver, tengo que pensar en mi familia", contó Jorge González

Tras el accidente: ”No pienso volver, tengo que pensar en mi familia”, contó Jorge González

1566406047935 “Después de semejante palo, haber podido estar en casa la misma noche fue sacarla muy barata”, confiesa Jorge González, quien alarmó por algunos minutos a los presentes en Pigüé el pasado fin de semana, en el marco de la quinta fecha de las Categorías Zonales.

Si bien el Gallego de Espartillar carga en el lomo con varios golpes, el susto del domingo parece haber sido detonante para decir basta y colgar el casco.

 “No pienso volver, tengo que pensar en mi familia que ya ha sufrido mucho por culpa de mis accidentes. No tengo miedo, y sé que mi muerte no será en un auto de carreras, pero no quiero verla sufrir más. El auto lo arreglaré y seguramente lo alquilaré. Eso sí, de los autódromos no me voy a alejar”, agregó el múltiple campeón del 3CV.

   El hecho ocurrió en la cuarta vuelta de la final del Turismo Regional Clase 2, en la rápida y temeraria zona del Tobogán, una “S” de alta velocidad que exige al máximo las prestaciones mecánicas y conductivas.

   “La culpa fue mía. En la vuelta anterior se me abrió el capot, por lo que tuve que entrar a boxes para acomodarlo. Al salir vi que los punteros ya transitaban por la recta principal, por lo que pisé a fondo para tratar de no perder mi lugar”, detalló.

  “Siempre voy colgado al acelerador al Tobogán, pero esta vez me pasé de rosca. Hay que cortar, frenar entre medio de los carteles de 100 y 50 mts, poner cuarta velocidad y modular. Pero yo frené llegando al de 50, le di una patadita chiquita al freno y lo encaré en cuarta a fondo. Me pasé de rosca”, agregó.

   La espectacularidad del tumbo fue tal, que la máquina amarilla traspasó la cama de leca, la contención neumática y el talud que separa el circuito de la zona del bosque, donde se ubica uno de los sectores populares del trazado.

   “Llegué hasta la calle donde los autos particulares transitan para acomodarse en la recta opuesta del circuito, casi contra los árboles. Para colmo caí dado vuelta y con la nafta que me rociaba el buzo antiflama. Ante la desesperación, corté la corriente, me saqué los cintos y salí por mi ventanilla, que era la única que estaba abierta”, detalló el Gallego.

   “Si vos ves la jaula del auto, no se torció en absoluto. Pero bueno, la magnitud del vuelco se puede ver en cómo quedó la estructura. Gracias a dios solo fueron los golpes. Al principio parecía haber alguna costilla rota, pero no. Estoy todo dolorido, pero producto del golpe y el tirón de los cintos”, sentenció.

(*) LA NUEVA.

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